¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Chico de ojos tristes
Seguir a una persona en una camioneta negra no era nada discreto en la opinión de Caín, pero era el único vehículo a disposición.
- Allí esta - Indico Ijichi señalando a su objetivo.
- ¿Eh? ¿Ropa de calle?
- Parece que hace días que no va a la escuela - Contesto a la pregunta.
- Podría decirse lo mismo de mí. ¿Cómo están los chicos?
- Están vivitos y coleando - Caín agradecía no tener que soportar otro entrenamiento donde Panda lo lanzara por los aires.
- ¿Y que se supone que haremos? - Pregunto.
- Usaremos uno de esos - Se detuvo, mirando al asiento del copiloto.
Había una jaula de pequeñas criaturas con alas.
- ¿Son espíritus malditos?
- Es uno minúsculo, una maldición que no llega ni a categoría cuatro. Cuando lleguemos a un lugar desierto, haremos que lo ataque - Ese plan no los convenció para nada -. Primer caso, si es alguien normal que no percibe maldiciones, protéjanlo, por favor. Segundo, si es alguien que puede verlas, pero no defenderse de ellas, ayúdalo. Tercero, si puede exorcizarlas con hechicería, deberán aprehenderlo -
