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Destello azul, el brillo maldito. El origen de la fe ciega III
Hay otro golpe, uno tras otro. Hay sangre bajando por su rostro también aun cuando cubre su cara con sus brazos para evitar golpes mortales. Hay un sabor a metal dentro de su boca y su cabeza golpea contra la pared mientras trata de suprimir los dolorosos jadeos que le quiebran la garganta.
No importa si hay alumnos alrededor, nadie hace nada, solo se limitan a mirar al chico peliblanco que esta siendo golpeado una y otra vez sin piedad por chicos del ultimo año, con mas fuerza, musculo y popularidad que él.
- Vamos, ya fue suficiente, ¿No vas a disculparte? - TokaoOtohada. Era el tipo de chicos que pensaban que por tener una cara bonita, su vida estaba resulta y que podía abusar de los demás a su conveniencia -. Anda, contesta -
Patea el cuerpo mullido en el suelo que todavía cubre su cara.
- ¿No vas a responder? Bueno, creo que es hora de una segunda ronda - Levanta su pie con la intención de aplastar las costillas del chico.
El sonar de las personas alejándose y los pasos apresurados hacen que todos se den la vuelta.
Tokao se voltea, justo cuando un puño le golpea la cara y lo hace retroceder, cayendo al suelo. Mirando hacía el frente lo ve a él, un chico de su misma edad, su cabello es azul oscuro pero sus ojos son cafés y su piel morena. El mejor amigo del problemático Fushiguro Megumi.
