(Les pido que tiren paro y comenten aunque sea una carita, me da ansiedad no leer sus comentarios ni conocer sus opiniones :( )
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En memoria de...El incidente de Shibuya V
Su mente asumió que debía de funcionar.
Tomo uno de los clavos de la bolsa de Nobara y lo uso para hacer una pequeña cortada sangrante en su mano. Con cuidado abrió la boca de la chica y coloco la herida sobre esta, asegurándose de que la sangre goteara dentro.
- Tiene que funcionar...- Murmuro para si con desesperación.
Las manos le temblaron y sus ojos no dejaban de enfocar la horrible herida que atravesaba la mitad de su rostro. Antes de comenzar con el ritual, sus dedos tocaron superficialmente el agujero redondo de donde debía estar su ojo. Donde debería de estar ese hermoso iris de color ámbar.
- Cálmate - Se dijo a si mismo mientras apretaba la mano en un puño para calmarse.
Dejo que la desesperación lo invadiera tres segundos y luego volvió a regular su respiración.
- "Y si tu vaso esta vacío, yo usare del mío para darte brío. Y si tu alma...esta rota, entregare mi vida para curarla" - Recito un verso de su propia creación.
Espero unos segundos, pero sus verso no hacía efecto y la herida continuaba abierta, chorreando ligeras gotas de sangre. Su piel pálida y su boca entreabierta con un hilo de sangre que la llegaba hasta la barbilla.
- Por favor - Suplico una vez más tomando su cabello con tanta fuerza que arranco algunas hebras del mismo.
- ¡Caín! - Esa voz lo hizo levantar la cabeza y mirar hacía atrás mientras se ponía de pie. Unos brazos lo envolvieron y apretaron con fuerza por un instante -. Estas a salvo -
- Satoru - Llamo aun procesándolo.
Estaba bien, solo algo magullado y con heridas en la cara, pero nada grave en realidad. No había palabras para describir lo aliviado que estaba por desmentir a Mahito.
El adulto lo miro y luego a su alumna en el suelo.
- ¿Qué le paso? - Cuestiono con seriedad.
- Mahito...toco su alma - Resumió antes que hincarse otra vez a su lado -. Estoy tratando de curarla -
- Caín...su alma est-
- ¡NO PUEDES SABERLO! - Grito impresionando a Gojo, a quien jamás le había levantado la voz ni por un segundo. La desesperación que vio en ese chico, hizo que sus ojos se entristecieran detrás de la venda -. Se que puedo...puedo salvarla -
Lo intento de nuevo. Recito su verso una vez más y el resultado era el mismo. El rostro de Nobara seguía sin sanar.
No se iba a permitir aquello. Si perdía a Nobara, perdería a todos. Ella era su amiga, ella se convirtió en su mejor amiga y a un amigo no se le deja morir.
