¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nota: Parte de este capitulo estará narrado en primera persona, mas adelante verán el porque.
Después de ti
Cuando era niño, Tsumiki se enfermo de gravedad. Aun cuando iba al doctor, nadie sabia que era lo que tenía, era como si se hubiera sentido mal de la noche a la mañana sin ninguna explicación y no tener ni idea de que hacer me desesperaba aun que no lo mostrara. Siempre procure ser indiferente, pero la idea de perder a mas personas, me aterraban en el fondo. Seguía siendo un niño después de todo.
Su capacidad pulmonar se había reducido, había vomito y un color amarillo sobre su piel. Cada mañana decía que sus hombros pesaban, como si miles de libros se cargaran sobre esta, días tras día.
Mientras vuelvo de la escuela en una ocasión, encuentro a unos extraños parados frente a la puerta de nuestra puerta. No son como el otro que nos ayudo con los gastos de la casa luego de que la madre de Tsumiki muriera.
- ¿Necesitan algo? - Pregunte desconfiado. Nunca les había visto. Uno llevaba un largo kimono, su cabello oscuro estaba recogido en una coleta y unos ojos totalmente rígidos.
- ¿Eres Fushiguro Megumi? - Pregunto uno de ellos, un hombre alto y un poco mayor. El otro tiene el cabello canoso y un bigote alargado en dos tiesas tiras hacia los lados de su cara.
