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El mentiroso, el dulce y el furioso.
Maki, Panda, Kaneki, Nobara e Itadori, se alejan sorprendidos, viendo a Fushiguro en el suelo, confundido, escuchando las palabras de Caín. Nadie entendía nada, porque de repente se había volteado contra el chico y consiguió golpearlo.
- Mentiroso - Repitió aquella palabra que no podía dejar de salir de su boca - ¡Mentiroso hijo de perra! -
Se acerco a Fushiguro, tratando de tomarlo por el cuello, pero Itadori sujeto a Caín por la espalda.
- ¡Caín, cálmate! - Le pidió - (¿¡Cómo tiene tanta fuerza?! ¡Creí que estaba herido! - Con la cabeza pegada a la parte tras su pecho, puede escuchar el crujido que se le produce en los huesos, la manera en la cual estos parecen moverse solos hacía lo que debería ser la posición correcta -. ¿Qué es esto? ¡Esta sanando!) -
- ¿¡Qué esta pasando?! - Pregunto Maki confundida.
- ¡Suéltame! - Exclamo el peliazul, moviéndose con furia -. ¡TRAIDOR! ¡CONFÍE EN TI! -
Kaneki se acerco a su hermano, intentando calmarlo, pero se detuvo en seco. Había algo emanando superficialmente de Caín, algo que podía oler. Conocía el olor a su hermano, el jazmín y chocolate amargo, pero ahora, estaba transformado en algo horrible, como un cadáver, algo que al oler provocaba miedo en su cuerpo. Y el color que comenzaba a saltar en sus iris, solo acrecentaba esa misma sensación.
