Escuela Jujutsu de Tokyo, tres de la tarde. Dos semanas después del altercado en la ruta de los perdidos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nobara e Itadori doblaron la esquina para continuar caminando.
- Espero que podamos seguir trabajando juntos - Murmura Itadori intranquilo -, aunque se que no será fácil para ninguno de ellos dos -
- Espero lo mismo
Era oficial, la suspensión de Caín había terminado hace poco tiempo y era la primera misión que les asignaban juntos.
Cuando llegaron a la oficina de Gojo, se encontraron con Fushiguro, acompañado de Jean, quien al parecer también había estado buscándolo.
- Fushiguro - Lo llamo el pelirosa -, ¿esta el profesor dentro? - El chico asintió con la cabeza.
- Quizás esta ocupado - Abrieron la puerta, encontrándose con su maestro acostado en una silla, aparentemente dormido.
- Solo esta dormido
- Profesor, despierte, no debería estar dormido en un sitio como este - Dijo Fushiguro, mientras que los otros solo observaban atentos.
- ¿Ya están todos? - Los miro de uno en uno - ¿y Caín?
La castaña y el pelirosa se miraron entre ellos.
- Estaba practicando. Es su turno de ir a hablar con él - Señalo Nobara la puerta a lo cual el adulto se levanto.
- Si, si, si, ya lo entendí - Camino despreocupado hasta llegar a la sala de entrenamiento, sus otros estudiantes lo esperaron afuera con el oído pegado en la puerta, como si olvidaran que sus siluetas todavía se hacían visibles para quien las viera. Gojo los miro una ultima vez antes de entrar y encontrarse con el chico de piel morena, sudoroso y agitado, tirando golpes al aire -. ¡Caín! -
El chico lo miro con una expresión seria, tomando una toalla para secarse el sudor.
- ¿Si?
- Alístate rápido, nos acompañaras a una misión - Dijo con una característica sonrisa en la cara.
Caín mira hacía el suelo mientras bajaba su brazo que colgaba la toalla.
El adulto ve como sus facciones están fruncidas en enojo y coloca una mano sobre su hombro en un gesto reconfortante.
- Se que las cosas no van bien con Fushiguro - Le dice - y que quieres acabar con los Zen'in, pero no vas a lograr arreglar las cosas si te quedas quieto y encerrado. Siempre necesitaras aliados en una batalla, aun cuando parece que no lo son - Paso de ser una mano, a tomar al muchacho de los dos hombros y al medir lo mismo ninguno quedaba mas abajo que el otro.
