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El sólo roce de su piel, provocó que cada rincón de mi ser se excitara de una manera colosal y sin poder esperar más, lo miré deseosa y llevé mi mano, sin pensarlo, a su pantalón y él al verme sonrió. 

- Quiero probarte -le dije subiendo la otra-. Déjame probarte, papi. 

Asintió y sin tiempo que perder, recorrí su cinturón mirando su entrepierna y comencé a desabrocharlo, el sonido del metal siendo movido era lo único que se escuchaba en mi habitación junto a los latidos rápidos de mi corazón bombeando en mis oídos. Desabotoné el pantalón negro y entonces sin poder esperar más, los bajé dejando al descubierto su bóxer blanco y vi como se empujaba algo en su interior contra la tela. Tomé la tela para bajarla, pero deteniéndome, el señor Styles tomó mis manos y confundida lo volteé a ver  y él dándome una sonrisa, me ordenó:

- Quítate la ropa tú también. 

Lo vi confundida un segundo, pero cuando se alejó un poco, me paré y sin tiempo que perder, comencé a quitarme la blusa frente a él y al igual que yo, Harry comenzó a desabotonar su camisa blanca que traía puesta y me miraba mientras quedaban mis senos tan sólo cubiertos por la lencería de encaje que me había puesto para él. Bajé mis jeans lo más sexy que podía, pero al ver que traía los tenis, maldije haberme puesto tenis en mi casa y los quité. Harry soltó una respiración divertido y él sólo se los sacó sin trabajo y terminó de quitar su pantalón quedando en boxers. Cuando acabé de sacarme los jeans, lo miré apenada y él sólo sonrió y entonces me pidió:

- Acuéstate en la cama. 

Obedecí y me recosté levemente viendo que me observaba con la misma mirada intensa. Harry se subió a mi cama y entonces colocándose encima mío, bajó su cuerpo lentamente y al sentir como su entrepierna se pegaba a la mía, se tensé muy excitada y abrí los labios sin poder evitarlo. Bajó su cara hasta pegar su nariz a la mía y causando que cerrara los ojos, me susurró:

- Siente como me haces sentir, pequeña, -se pegó más rozando con fuerza su entrepierna- así es como siempre me has hecho sentir. 

Sin perder la oportunidad, abrí más mis piernas y las encerré a su cadera logrando que mi parte y la de él se tocaran perfectamente y le respondí agitada:

- ¿Entonces por qué tardaste tanto en hacérmelo saber? -Harry me miró sorprendido y emocionado y entonces llevé mis manos a cada lado de su cuerpo y me levante para poder pegar más mi cara a la de él- ¿Por qué tardaste, papi? 

Para este punto, la respiración de ambos era sumamente pesada y yo estaba ya muy lubricada, lo miré fijamente sin decir nada más, no se necesitaba, ambos estábamos en un punto de caída y entonces, finalmente, me besó y yo lo tomé de la cara con ansias y comenzamos a devorarnos la boca con deseo. 

Sentí sus labios tibios sobre los míos y comencé a moverlos con fuerza y él también, sentía como me besaba con deseo y yo, demasiado excitada y sin poder contenerme más comencé a mover mi pelvis para poder rozar mi clítoris contra él y mi cuerpo se acalambró y mis pezones se endurecieron y enderezaron contra la tela de mi brassier.  

Nos besamos con desesperación y Harry me tomó con él y me sentó encima suyo enderezándose y con mayor presión en mi entrepierna, me froté contra él y hundí mis dedos en su cabello mientras seguíamos besándonos. 

Gemí desesperada acelerando mis movimientos y separando mis labios de los suyos, le pedí:

- Tócame, papi. 

Harry me miró y entonces con su mano detrás de mi cabeza atrajo de nuevo mi cara a la suya y me volvió a besar, movía sus labios con deseo junto a los míos e introducía su lengua para chocarla con la mía. Separó sus labios poco a poco y comenzó a bajar sus besos a mi cuello, lo lamió y yo dejé salir leves gemidos de excitación y después tomó mis pechos con sus manos y los juntó y los besó y comenzó a morder levemente. Lo miré bajar la tela dejando finalmente mis senos al descubierto y cuando se metió uno de mis pezones a la boca, dejé salir un gran gemido diciendo:

oh my daddy!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora