El hecho de ser hija única era algo poco beneficioso, la atención y las esperanzas siempre estaban en ti, y en el caso de que tus padres tuvieran una empresa, siempre querrían dejarte su legado. No quería ser una malagradecida con ellos, pero en verdad no estaba segura de si quería o no seguir sus pasos.
- Recuerden que deben anotar en la primera opción, la carrera que quieran, y ya en las otras aquellas por las que sienten curiosidad -nos explicó la maestra mientras nos dejaba los papeles de la universidad-. Igual, recuerden traer firmado el permiso porque de otra forma no podrán asistir a la feria universitaria.
Lo tomé agradeciéndole, pero en el fondo maldije el hecho de que ya tan pronto tuviéramos que empezar a ver eso. Sin darme cuenta, estábamos ya a finales de octubre, lo que significaba que faltaban tan sólo dos meses para tener que presentar las aplicaciones a las universidades. Suspiré y Karina, que finalmente ya había llegado, me dijo sabiendo lo que sentía:
- Tal vez deberías hablar con ellos y decirles que quieres estudiar algo más.
- Una vez lo supuse y ellos terminaron peleando conmigo, no volveré a tocar ese tema -rodeé los ojos.
- ¿Qué te parece si después de la escuela vamos por un café? Me dijiste que tenías algo que decirme -sonrió.
Asentí también sonriéndole.
- Lo necesito.
Salimos de la escuela y le mandé un mensaje tanto a mi mamá como a Harry de que estaría con Karina. El segundo fue el primero en responderme casi al instante:
Disfruta tu tiempo con tu amiga, nos vemos al rato, pequeña.
Suspiré encantada y entonces guardé mi celular. Tomamos un Uber y tardamos como diez minutos en llegar al centro comercial, me acomodé mi mochila negra y sacudí mi abrigo negro hasta los muslos puesto que estaba chispeando afuera.
*Chispeando es sinónimo de pringando, o sea gotas pequeñas de agua y muy poco, creo que también dicen lloviznando.
- ¿Quieres dar una vuelta o vamos directo a la cafetería? -le pregunté deteniéndonos.
- Quiero ver unas botas así que vayamos caminando de mientras -propuso.
Comenzamos a caminar y vi que había un poco de gente, esta plaza era concurrida y estaba casi en el centro por lo que era un poco cara, las tiendas también era de marcas caras y en realidad me gustaba mucho porque el interior era tan... lujoso y casi exclusivo que me hacía sentir adulta.
- Bueno, -me llamó Karina atrayendo mi atención- dime qué es lo que me querías contar.
La miré y ella me vio con esos grandes ojos marrones grandes que tenía, y su carita tan delicada. A comparación de mí, las facciones de Karina no eran tan marcadas como las mías, que eran las típicas de una latina de cejas abundantes, y así, la de ella era un poco más redonda, carita pequeña, muy guapa y su piel era blanca.
- Yo... -comencé a decir nerviosa- ¿Recuerdas que te conté que le confesé a mi vecino, el que me gustaba demasiado, que me gustaba? -cuestioné. Karina asintió frunciendo el ceño-. Bueno, -inhale aire y entonces solté-: ahora estamos saliendo.
Al escucharme, me tomó del brazo y nos detuvo sin importarle la gente y con cara de desconcierto dijo:
- ¿Qué? -me veía bastante confundida.
- Que ahora estamos...
- No, lo escuché -me cortó topándome la boca-. ¿Pero estas diciéndome que me fui dos semanas creo y en todo este tiempo estuviste saliendo con tu vecino y ni siquiera me llamaste para decirlo?

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oh my daddy!
Fiksyen Peminat"- Ven, pequeña, sientate en las piernas de papi y dile cómo te sientes." Lottie se enamora de Harry, él la quiere como su pequeña y ella acepta aunque sabe que está mal. #1 en 1d - 15 de Diciembre del 22 #6 en kinky - 8 de Junio Abstente de dejar...