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Muchas cosas pueden pasar en menos de un minuto...
La pérdida de mi virginidad, por ejemplo.
Caí en la cama, sintiendo las sábanas mojandose debajo de mi húmedo cuerpo debido a que tan sólo había salido de la regadera siendo llevada por Harry en sus brazos, y entonces me recargué sobre mis codos, y miré al sexy e irresistible hombre que subía de rodillas frente a mí. Su cuerpo de igual manera se encontraba húmedo, al igual que su cabello ondulado qué dejaba caer mechón a mechón gotas de agua en sus anchos hombros, y estas bajaban lentamente por su piel tatuada hasta su pecho, y de ahí recorría hasta su abdomen.
Subí mi mirada hasta su cara, y entonces lo encontré mirándome de igual manera con excitación, y mi respiración se aceleró más de lo que ya estaba.
No podía creer que finalmente sucedería, y tampoco podía esperar más. Abrí lentamente mis piernas, dejando a la vista mi entrepierna y Harry bajó su atención de mis ojos hasta ahí. Mordí mi labio al ver que sus ojos veían cada centímetro de mí, y encogí los pies sin poder aguantar el dolor que se formaba en mi vagina.
- ¿Te gusta lo que ves, papi? -susurré moviendo mi cabeza para que mi cabello cayera detrás de mis hombros.
Harry alzó su mirada de regreso a la mía, y cuando nuestros ojos se encontraron, sonrió y lentamente comenzó a avanzar hacia mí mientras me respondía:
- Ya no hay vuelta atrás, pequeña, ¿Lo sabes?
Sonreí de la misma manera, y entonces me incorporé sentandome en la cama y finalmente lo vi llegar a mí. Estaba arrodillado, por lo que si altura era mayor a la mía, y tuve que alzar la cara para poder mirarlo. Desde arriba él también me observó, y llevó una de sus manos a mi mejilla y la ahuecó.
- Soy tuya, papi -ladeé mi cabeza sin despegar mis ojos de los suyos, y entonces mis labios chocaron con la palma de su mano y yo la besé lentamente.
Quería que ese beso fuera la promesa de lo que se aproximaría para ambos, y él pareció entenderlo ya qué separó su mano de mi mejilla y entonces la llevó a mi hombro y me empujó haciéndome caer sobre la cama de espaldas.
Harry llevó sus manos a mis pechos, y con ambas manos, una en cada uno de mis senos, tomó mis pezones y los apretó provocando qué mi cuerpo completo fuera tomado por un escalofrío.
- Eres hermosa, pequeña, -musitó sobando mis adoloridos y duros pezones- me pones muy duro -comenzó a bajar sus manos entonces a mi abdomen, y sus dedos rodearon mi ombligo y yo bajé mis ojos a sus manos qué llegaron a mis caderas, y entonces vi con emoción qué los llevó a mi entrepierna y abrí levemente la boca-. Dime algo, Lottie, -sin darme cuenta, una de sus manos me tomó de la barbilla con fuerza y me hizo mirarlo fijamente. Harry me miraba serio, y yo asentí- ¿Papi te hace sentir mojada?
Sentí como su otra mano qué había quedado abajo, comenzaba a moverse y quise volver mi atención a ella, pero en el mínimo intento me jaló la barbilla hacia él negandome admirar aquello, y tan sólo dejé salir el aire al sentir como sus dedos llegaban a mis labios.
- Papi -susurré retorciendome cuando sus dedos comenzaron a explorarme.
- Estas resbaladiza, mi pequeña princesa -sonrió mirándome fijamente con intensidad-. Estas tan mojada, tú pequeña zorra, porque quieres tenerme dentro de ti, ¿Cierto?
Mierda.
Amaba cuando se portaba de esa manera tan posesiva.
Asentí dejando salir un gemido cuando su dedo llegó a mi clitoris y cuando lo presionó y jaló no pide evitar soltar un gran grito y apreté mi vagina en su mano.
- ¡Papi, no me hagas esperar más! -le pedí insatisfecha.
- Pídemelo, pequeña -gruñó volviendo a jalar mi clitoris con sus dedos y sin piedad y yo me retocí descontrolada- pídeme lo que quieres.
- ¡Hazme tuya, papi! -grité desesperada y lo jalé del brazo para que se acercara más a mí- Quiero que me hagas tuya completamente -rogué con voz débil.
Sin decirle más, Harry se aventó a mí y deboró mis labios con intensidad. Sentí como me reclamaba atención, y yo lo tomé del cabello y lo besé de la misma manera dejando salir gemidos mientras él subía sus manos a mi cintura. Se alejó de nuevo y entonces lo vi colocar una mano en mi cadera, y la otra abrió más mi pierna y obedecí sin rechistar. Se acercó más a mí y cuando llevo su mano libre a su miembro, vi que estaba totalmente parado y mordí mis labios. Quería ya tenerlo dentro de mí, y como si leyera mi mente guió la cabeza entre mis piernas y sentí como tocaba justo en mi abertura y sentí como el aire me abandonaba.
- Mírame, -me ordenó entonces y yo hice caso. Vi a Harry qué me veía intensamente y con seriedad, y quise besarlo en ese momento, pero levemente sentí como comenzaba a presionar la punta de su pene y un pequeño ardor-dolor comenzaba a formarse y no pude evitar soltar un quejido y mirar hacia donde su mano sostenía, y él se detuvo y se alejó y me dijo-: Veme, Lottie, -me pidió con una voz más suave, y yo llevé de regreso mis ojos a él. Esta vez, Harry me sonrió y me dijo-: Esto es lo que quieres, ¿Verdad?
Asentí y también sonreí.
- Lo deseo, papi -confirmé.
Su cabeza volvió a sentirse en mi entrada, pero esta vez no pude alejar mi mirada de él aunque aquel ardor me llegó, porque para cuando empeoró, Harry entró en mí de golpe provocando que yo me quejara sorprendida y él se quedó quieto.
Bajé mis ojos y vi que su entrepierna y la mía estaban pegadas, y entonces subí mis ojos a su sexy abdomen hasta su cara y sonreí sintiendo unas pequeñas lágrimas caer por reflejo a cada lado de mis ojos. Siempre había escuchado que la primera vez era dolorosa, y era cierto. Ese ardor era doloroso, pero Harry se quedó quieto unos segundos, y para cuando lo vi, comenzó a moverse lentamente y ese ardor comenzó a desaparecer para ser remplazado por una sensación nueva.
Harry subía y bajaba su cuerpo lentamente, me sostenía de las caderas y mientras me miraba con atención, yo pude poco a poco ir descubriendo que esa nueva sensación era extraña pero... Totalmente deliciosa. No era nada como masturbarme, era mejor y no tenia suficiente de ella.
- Papi, -gemí levemente mientras lo miraba comenzando a excitame nuevamente- más rápido -él comenzó a moverse un poco más como pedí y entonces sentí lo que todos decían... Esa deliciosa sensación de placer formándose dentro de mí y asentí-. Así, papi -alenté mientras él se movía dentro de mí y me miraba en silencio-. Así.
Harry entraba y subía, poco a poco, y al ver que estaba disfrutando de todo esto, fue acelerando al punto donde escuchaba como su cuerpo y el mío sonaban al choque, y yo pedía que acelerara cada vez un poco más. El placer era indescriptible, y yo cerré los ojos disfrutando de todo esto, y sintiendo mi mente emocionarse por la idea de que finalmente estaba teniendo sexo con Harry, mi amor platónico, mi pareja a la que quise por años. Era simplemente un sueño hecho realidad, y cuando sentí como Harry apretaba mis caderas, lo volteé a ver y vi que abría la boca levemente y entonces él se movió un poco más a prisa y soltó un leve gemido.
Harry iba a venirse.
Llevé mis manos a las suyas qué sostenian mis caderas, y comencé a decirle:
- Así, papi, así -sentía como mis senos rebotaba incluso de que no fueran tan grandes debido al movimiento, y Harry los miro también, y una de sus manos la llevo a mi garganta tomándome por sorpresa. Sonreí abriendo la boca y le dije totalmente deseos de verlo correrse-: Más rápido, papi, más rápido.
Apreté mi vagina en su pene sintiendome completamente excitada, y él presionó un poco su mano contra mi garganta y yo gemía. Harry incrementó sus estocadas, y mientras la cabecera comenzaba a chocar con la pared, el sonido de nuestros cuerpos uniéndose sumandose, y mis gemidos junto sus gruñidos, Harry salió de golpe y entonces vi como su cuerpo estalló y comenzó a venirse sobre mi abdomen y también lo llevó a mis labios. Con su mano, sacudió su pene, y vi con emoción como tiraba en mí su semen, y entonces cuando se detuvo, se dejó caer a un lado mío con los ojos cerrados y yo también lo vi sin poder creer lo que había pasado.
Estaba hecho, había perdido mi virginidad con Harry. Y había sido mejor de lo que esperaba.
Sin poder hablar, Harry me atrajo a su cuerpo y yo me acomodé de lado para abrazarlo, y suspiré incrédula su aroma. Abracé con una mano su espalda, y él recargó su boca contra mi frente y depositó un beso y susurró:
- Te quiero, mi pequeña.
Mi corazón se derritió y yo respondí:
- Y yo a ti también te quiero, papi.

O sea sé que soy la peor
Pero miren la inspiración a veces se va y simplemente detesto escribir por escribir. Este capítulo merecía ser escrito con la inspiración a mil, y así fue.
Simplemente me encanta como va esta historia y no la quiero kgar.
De todos modos, espero que hayan disfrutado de este suceso tanto como yo y espero leerlas en los comentarios ❤️❤️

Se les ama 💕🐸

oh my daddy!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora