oh my daddy!

15

La tensión...

Esa maldita sensación de incomodidad, de estrés, de tu cuerpo alerta a cualquier cosa. 

- ...y bueno, -mi papá se rió- ya sabes lo que dicen: La mejor forma de vencer a tu enemigo es siendo su amigo. 

No podía apartar la mirada de mi plato, no debía. En verdad sentía que si volteaba a ver al señor Styles iba a ser inevitable controlar mis emociones y me descubrirían. Desde que llegó, todos tuvimos que recibirlo con un saludo de mano, y cuando mi mano y la suya entraron en contacto, sentí toda la corriente eléctrica tomar mi cuerpo. Cada lugar de mi ser lo reconocía, y era imposible detener las reacciones que ese hombre causaba en mí. 

- ¿Y desdé cuándo tiene su empresa? -le preguntó mi mamá al señor Styles antes de tomar de su cuarta copa de vino. 

A este paso, mi mamá acabaría un poco mareada. 

Mejor para mí, si debía ser sincera. 

- Desde que tenía veinticuatro -contestó mirándola-. Un compañero de la universidad y yo la fundamos en nuestro último semestre como un proyecto final, pero nos fue tan bien que al final se quedó con nosotros y creció. 

- ¿En sí qué es lo que hacen? ¿Programación? -mi mamá frunció el ceño. 

- No, análisis de datos -mi mamá lo miró sin entender y entonces el castaño se aclaró la garganta y comenzó a explicar-: Nosotros trabajamos con empresas publicitarias o directamente con el departamento de publicidad de una empresa y nos enfocamos en facilitarles la información para alcanzar su mercado meta, creamos diagnósticos y softwares que les ayuden, algoritmos que nos permitan llegar al público deseado del cliente. 

- Ya, que interesante -mi mamá comentó. 

Él asintió y yo sólo seguí mirando incómoda el plato. 

El señor Styles estaba en una cabecera, a mi izquierda y mi papá en la cabecera de mi derecha. Mi mamá estaba frente a mí, y podía ver como su cara se suavizaba con cada sorbo de vino que tomaba. También había una señorita parada cerca de la mesa por si necesitábamos algo. 

- Bueno, ¿Y tiene pareja, señor Styles? -preguntó entonces mi padre causando que me tensara- Me imagino que un hombre como usted puede estar ocupado, pero no creo que estar soltero este dentro de su lista de características.

Alcé la mirada levemente y miré a mi papá que veía a Harry con curiosidad, y después lo miré a él, que veía a mi papá sorprendido. Tomé mi copa con vino y le di un sorbo mientras me miraba de reojo, con los nervios latentes, pero nuestro contacto visual no tardo mucho, ya que rompiendo el incomodo silencio, abrió la boca y entonces contestó:

- Sí, tengo novia, señor Larrañaga. 

Sin poder creer lo que escuchaba, abrí los ojos y me empiné la copa sin pena con muchos nervios y el estrés tomando totalmente mi cuerpo. 

¡¿Qué estaba haciendo?!

- ¿En verdad? -mi papá sonrió y yo dejé la copa en la mesa bruscamente causando que me miraran sorprendidos, pero no me hicieron tanto caso, ya que mi papá siguió con el tema-. ¿Ella trabaja con usted o qué hace?

- Ella... Ella no trabaja conmigo -contestó mirando nervioso hacia abajo, pero alzo la mirada y dijo-. Mi novia aún está enfocada en los estudios. 

- Ah, estudia la universidad aún -mi papá aplaudió una vez llamando la atención de todos-. Seguro es muy inteligente, a la siguiente debería traerla a cenar con nosotros o podemos salir mi esposa y yo, y ustedes dos. 

Harry se rió nervioso y yo sólo me metí un pedazo de calabaza a la boca. 

- Es la mujer más inteligente que conozco -le respondió causando que, sin poder evitarlo, volteara a verlo. Harry permaneció con la vista hacia mi padre y siguió-: Es muy bella, inteligente y es una fantástica persona. 

- Suena como una gran mujer -comentó mi papá. 

- Lo es -sonrió y entonces me miró levemente causando que sonriera. 

La cena siguió, pero yo ya no me sentía incómoda o estresada. En realidad, las palabras de Harry aún no salían de mi cabeza y mi corazón bombeaba con fuerzas recordando lo bonito que habló de mí. En verdad si pudiera, me hubiera parado a besarlo y abrazarlo, lo hubiera hecho si no es que mis padres hubieran estado ahí. 

Dios...

Él en verdad me gustaba y mucho, más de lo que se podía imaginar y es que, mi cuerpo reaccionaba instintivamente cada que lo tenía cerca ya. Era como si se hubiera acostumbrado a él, y ahora, cada que no podía tocarlo o besarlo o mirarlo, lo extrañaba y me causaba una sensación de vacío, un poco, pero ahí estaba. 

- En verdad fue un placer, señor Styles, -le dijo mi padre mientras estábamos parados en la puerta despidiéndolo. 

- El placer fue mío -le respondió dándonos una mirada a los tres-. Gracias por invitarme. 

- Siempre es bienvenido, mi casa es su casa -mi papá lo miró encantado y yo sonreí al ver lo mucho que le había agradado-. Le marco mañana para explicarle lo del trabajo que buscamos hacer. 

- Claro, -sonrió- espero su llamada, señor Larrañaga. 

Volvieron a darse un apretón de manos y entonces pasó a mi mamá, la cual estaba ya un poco mareada y con una sonrisa. 

- Adiós -le dijo mi madre estrechando su mano. 

Me aguanté la risa, y cuando se colocó frente a mí, mi cuerpo se congeló ahí y lo vi nerviosa a los ojos. Esos ojos que tanto me gustaban. 

- Un placer, señorita Larrañaga -sus palabras sonaron como seda en sus labios. 

- Lo mismo digo, señor Styles -le respondí alzando la mano. 

Harry bajó sus ojos a mi extremidad y entonces, regreso sus ojos a los míos y sentí cómo tocó mi mano y la rodeó con la suya. El bombeo de mi corazón se aceleró, sentí cosquillas en todo mi ser e instintivamente, una sonrisa se formó en mis labios y apreté su mano también. Cuando me soltó, me pasé la saliva de manera pesada y él me dio una última mirada y entonces se giró y salió de mi casa dejándome en mi lugar, de nuevo con esa sensación de que me faltaba su piel. 

La puerta se cerró y yo subí en modo zombie a mi habitación, pensando en la tortura que fue el tenerlo cerca y aún así no poderlo tocar como quería. Suspiré yendo a mi baño para desmaquillarme, y en el camino, mi celular vibró y un mensaje suyo me llegó. 

Te veías hermosa esta noche, mi pequeña, tanto que moría por besarte 

El sentimiento fue mutuo, papi 

Me reí al enviarlo. 

Prometo darte esos besos la próxima que te vea, pero de mientras, quiero que sepas que esta noche pensaré en ti antes de dormir 

Buenas noches

Al leer aquello, solté un grito emocionado y me cubrí la boca sin poder creer que me ponía esto. 

Dios, en verdad me gustaba mucho. 

¿Qué iba a hacer ahora?

I'm sorry pero tuve asuntos que resolver de muchacha casi adulta... 

Espero les haya gustado

Voten y comenten, saben que amo leerlas 

Les quiere, su amix