Capítulo 25

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Había llegado el mes de diciembre, debían viajar a Tokio para cubrir un torneo intercolegial de Volleyball.
 
Reki y Yamato, más otros dos miembros del equipo debían ir también.

Ya llevaban dos meses saliendo, habían tenido un par de citar y besos apasionados, pero nada más.

No había viajando a Tokio desde el día después de su graduación, al igual que Okinawa, Tokio estaba lleno de recuerdos de su relación.

Llegaron hasta su hotel, la cuidad ya estaba decorada por motivo de la navidad, luces por todos lados, y cómo es tan tradicional en Japón, lleno de parejas de enamorado por todos lados

Yamato y Reki compartieron la misma habitación, y sus otro compañero estaban en otra.

- ¿Reki? Ahora que estamos en Tokio podríamos visitar a nuestros compañeros - propuso Yamato.

- Si, no sería mala idea - respondió mientras veía por la ventana del hotel, aquella vista era similar a la vista que tenía cuando viajaron por primera vez a Tokio con Langa para dar el examen de ingreso.

Yamato vió que Reki estaba muy distraído, por lo que quiso invitarlo a dar una vuelta.

- Reki... Oí que se inauguró una cafetería que hace unos brownies increíbles ¿Te parece si vamos? - preguntó el moreno.

- ¿Ah? Ah si, vamos - respondió Reki sin pensarlo.

Iban llegando a la cafetería cuándo ambos tocan sus bolsillos y se dan cuenta que no habían traído sus billetera.

- ¡Cómo soy tan tonto! Reki espérame adentro de la cafetería que hace frío, iré a buscar la billetera - le dijo Yamato mientras se iba corriendo hacía el hotel.

Reki entró al lugar, era un café muy moderno, el olor le traía recuerdos de cuándo iba a buscar a Langa a Starbucks.

Tomó su celular para ver la hora, comenzó a revisar su galería de imágenes, y se percató que no tenía ni una foto con Yamato, en cambio aún tenía de él y Langa... Ya había pasado un año, quizás era tiempo de borrarla, comenzó a eliminar algunas fotos cuando siente que alguien entró corriendo y se paró a su lado, pensó que era Yamato y cuándo subió su mirada, para sorpresa de él era Langa.

- ¿Langa? ¿Qué haces aquí? - fue lo primero que se le vino a la mente.

- Lo que debí haber hecho hace mucho tiempo Reki - respondió Langa.

Respiraba agitado y lo miraba con ojos brillantes, en un año Langa no había cambiado nada, sólo tenía un rostro más maduro y era de esperarse, tenía un rostro de un psicológico serio.

De pronto el chico tomó sus manos.

- Necesitamos hablar, por favor Reki... Te busqué cómo loco este tiempo - sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

Era una situación incómoda, Yamato podía llegar en cualquier momento y aún no estaba preparado para ver a Langa, de hecho aún no podía creer la coincidencia de encontrarlo el mismo día que había llegado a Tokio.

- Langa lo siento, tengo que juntarme con alguien ahora y no puedo hablar contigo - Reki lo quedó mirando y pensó unos minutos, mejor pedirle el número y que se vaya antes que llegue Yamato - dame tu número para que acordemos un día y hora, yo también te daré el mio.

- Lo que digas - Langa limpio sus ojos, le dió su número y registró el contacto de Reki.
Parecía un niño emocionado, no pareciera que tuviera malas intenciones al hablar.

Langa se despidió muy agradecido y se fue.

A los segundos entró Yamato, cuanta suerte tuvo, el chico le dio un beso y le comentó lo que le había pasado camino al hotel y reían con la historia.

Dᥱ⳽ρᥙᥱ́⳽ ᑯᥱ Ꙇᥲ toɾຕᥱᥒtᥲ - II TᥱຕρoɾᥲᑯᥲDonde viven las historias. Descúbrelo ahora