Dᥱ⳽ρᥙᥱ́⳽ ᑯᥱ Ꙇᥲ toɾຕᥱᥒtᥲ - II Tᥱຕρoɾᥲᑯᥲ

Capítulo 35

Después de un día largo de aseo, la casa finalmente terminó ordenada y limpia.

- Gracias por la ayuda Emma - dijo Langa.

- No fue nada, bueno ya tienen mi número, así que apenas contraten un plan me agregan a WhatsApp - dijo la chica emocionada.

Se despidió de ambos y miró con preocupación a Reki y luego se subió al auto.

- Umm ¿Langa? ¿Cómo es tu familia de acá? Sólo conozco a Nanako - preguntó Reki.

- La familia de mi padre vive cerca, tengo a mi abuela, mis tíos y primos, tampoco somos una familia numerosa, más adelante te los presentaré - dijo Langa - ahora entremos.

Durante la semana tal y cómo lo habían dicho, comenzaron a equipar su casa, Langa consiguió trabajo rápidamente en un hospital cercano, Reki habia postulado a algunos trabajos pero al no saber bien el francés le perjudicaba un poco.

Los vecinos de Langa eran muy amables, todos recordaban a Langa y estuvieron muy felices al verlo regresar, constantemente preguntaban por Nanako.

Después de dos semanas, Emma consiguió un trabajo para Reki en la revista donde ella trabaja.

- Realmente te lo agradezco - decía Reki haciendo pequeñas reverencias.

- Descuida, ahora lo importante es que te sientas cómodo - dijo con una gran sonrisa - además coincidió con la apertura de este nuevo espacio con artículos de deporte y necesitamos una mente joven.

Caminaron hasta la parada de autobús.

- Aún no me acostumbro al transporte de acá - decía Reki mientras miraba en su celular cuál le servían.

- Reki... - la chica comenzó a hablar pero se detuvo - no es nada ¡Ah! Ese es el que te sirve, aprovecha de tomarlo - dijo despidiéndose.

- Nuevamente gracias Emma - Reki se despidió y subió al autobús.

[...]

- Reki llamó mi abuela y quieres que vayamos a almorzar - dijo Langa.

- ¿Vayamos? ¿Sabe de nosotros? - preguntó Reki.

- Bueno, más bien sabe que vine con alguien pero no sabe quién, pretendo contarle cuándo vayamos - dijo Langa.

- ¡Oh! Bueno, no tengo inconvenientes - Reki aún tenía ese nudo en el estómago por la advertencia de Emma.

- Mañana es sábado, así que aprovechemos de ir - dijo Langa - tenemos mucho ahorrado, podríamos comprarnos un automóvil, uno pequeño mientras tanto.

- Si, sería bueno - respondió Reki.

Mientras Langa seguía hablando, Reki sentía que el tiempo pasaba demasiado lento, recién tenía alrededor de tres semanas en Canadá pero parecían eternas, extrañaba Japón ¿Así se habrá sentido Langa cuando llegó a Japón?.

[...]

Llegó el día sábado, ambos fueron lo más arreglados posible, era la primera vez que conocería a la familia de Langa.

- Reki apenas compremos el auto, iremos a visitar a mi papá, el cementerio está un poco lejos - dijo Langa.

Reki sonrió, estaba nervioso.

Llegaron a una gran casa en un barrio que a simple vista se notaba lujoso.

Langa tocó el timbre de la casa, se escuchaban pasos y voces.

Abrió la puerta una señora, a diferencia de la abuela de Reki, esta era muy alta, con ropa de marca y muy arreglada con joyas y peinada.

- Abuela - saludo Langa.