Capítulo 3

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Esa tarde como nunca, habían muchos clientes en el restaurant, corrían de una mesa a otra con los pedidos.

La vestimenta de Reki consistía en una camisa blanca simple con pantalón negros y un delantal a la cadera color rojo. En su pecho tenía la insignia con su nombre.

- Joven Kyan vaya a atender el cliente de la mesa siete por favor - ordenó su gerenta, la cuál era el amor platónico de algunos trabajadores y clientes del local, una mujer de unos 40 años, con buen cuerpo que no representaba su edad.

Reki se dirigió a la mesa indicada, no había visto bien al cliente, sólo preguntó de manera automática:

- Bienvenido ¿Puedo tomar su orden? - preguntó amablemente.

- Mmm ¿Estás tú en el menú? - respondió el cliente.

- ¿Eh? - Reki miró al cliente con cara de asco pero se rió al ver que era Langa.

- ¡Langa! Perdón, no te reconocí, es raro verte con gorro - se disculpó Reki mientras reía.

- No te preocupes, tráeme un café por favor y rápido - le pidió riendo.

- Lo que diga amo - respondió Reki con la mano en la frente como si hubiera recibido órdenes de un general.

Una vez que llegó a la cocina con el pedido, se le acercaron Reiko y Kenji.

Reiko era una chica bajita, de contextura normal pero voluptuosa de pecho y caderas, de pelo castaño claro, con ondas, usaba el flequillo hacia el lado.

Kenji en cambio era un chico de mediana estatura y delgado, tenía el cabello negro muy corto y usaba lentes.

- Reki ¿Conoces a ese muchacho? Es muy guapo - preguntó Reiko curiosa.

- Tss yo soy más guapo que él - se quejó Kenji acomodándo sus lentes al momento de decir eso, la verdad siempre había estado enamorado de su compañera Reiko.

- Se llama Langa, somos amigos desde la preparatoria, y ahora roomies acá enTokio - aún no habían hablado con Langa acerca de decir si eran pareja o no.

- Qué suerte tienes - dijo Reiko, dándole pequeños golpecitos con el codo en su brazo.

Mientras Langa espera su café y que terminara el turnos de Reki, comenzó a leer un libro que le habían pedido en la clase y había pasado a la biblioteca a pedirlo, ya que tendrían un pequeño exámen en unos días.

De pronto su lectura se vió interrumpida por alguien.

- ¿Langa? Qué coincidencia - Thomas había llegado al restaurant y al ver a Langa sentado lo fue a saludar.

- ¡Thomas! - Langa se sorprendió al verlo - ¿Qué haces aquí? ¿Ya terminaron de beber?.

- Algunos aún seguían, yo quería pasar a comprar antes que cerraran este restaurant, me encanta el pollo frito de aquí - confesó el chico rubio.

- Oh entonces mientras esperas tu pedido, siéntate conmigo - le dijo Langa.

- Buena idea, gracias - se sentó frente a Langa y comenzó a mirar el menú.

- Aquí tiene su orden - Reki dejó feliz el café en la mesa - ¡Oh! Perdón no vi que estabas con alguien.

- Thomas, el es Kyan Reki, mi amigo de preparatoria y actualmente somos roomies, viajamos desde Okinawa juntos - ahora se dirigió a su novio - Reki el es mi amigo del cuál te había hablado antes, Thomas Collins - Langa los presentó educadamente.

- Mucho gusto Thomas, espero que Langa se haya portado bien contigo - dijo Reki extendiendo su mano para saludar al muchacho.

- El gusto es mío Reki, y Langa es muy tranquilo, jamás haría algo - respondió riendo.

- ¿Vas a querer algo? Para tomar tu orden - ofreció amablemente Reki.

- No gracias, espero mi pedido y me voy, debo hacer muchos trabajos - dijo con cara de cansado.

- Espero que nos podamos conocer mejor otro día, ahora debo seguír trabajando o me regañarán - Reki se despidió y volvió a la cocina.

Mientras el pelirrojo caminaba de vuelta a la cocina, Langa lo quedó mirando con una mirada de amor, la cual pudo ser identificada por Thomas.

- Debe ser un amigo muy querido para que lo mires de esa forma - comentó Thomas.

- ¿¡Ah!? - Langa se había sonrojado.

- ¡PEDIDO NÚMERO 108 LISTO! - se escuchó la voz de una muchacho indicando el pedido.

- Es el mío, bueno... Nos vemos la próximo semana Langa cuidate, buen fin de semana - el muchacho se despidió sonriendo y Langa le devolvió el saludo.

Thomas recibió su pedido y salió del restaurant, pensando en la mirada de Langa y su reacción.

- Interesante - dijo con una sonrisa extraña.

Después de una media hora, el turno de Reki había terminado y ambos se dirijan a casa.

- Definitivamente tu trabajo es más agotador que el mío, por eso llegabas tan cansado - comentó Langa.

- Hay días y días y justo hoy hubo mucha gente, pero lo mejor del día fue tu sorpresa - decía el pelirrojo feliz.

- Cada vez que pueda te vendré a buscar - le respondió y besó su frente.

- Jeje... Oye Langa, deberíamos ir a algún parque de Skate uno de estos días, hace mucho que no practicamos - comentó Reki.

- Mmm tienes razón, el otro día pensaba eso, igual extraño esas tardes y noches en el Crazy Rock - respondió Langa.

Caminaron hasta la estación de trenes, por lo menos el sector era muy iluminando y transitado, esto tranquilizaba a Langa, los días que Reki saliera muy tarde y él no pudiera ir a buscarlo, no correría peligro en ese trayecto.

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Dᥱ⳽ρᥙᥱ́⳽ ᑯᥱ Ꙇᥲ toɾຕᥱᥒtᥲ - II TᥱຕρoɾᥲᑯᥲDonde viven las historias. Descúbrelo ahora