Capítulo 42

405 59 146
                                    

Reki tuvo que quedarse un par de días hospitalizado, principalmente como observación por el golpe en la cabeza.

Odiaba los hospitales, pero Langa, Elizabeth y Emma le habían hecho compañía todo el tiempo.

Liam se había disculpado por todo lo dicho y le había regalado un gran ramo de flores.

- Discúlpame por todos esos malos momentos Reki, sólo me preocupaba por mi primo - decía Liam arrepentido.

- Lo sé, no hay rencor ni nada, además trataste de ayudarme cuándo caí - respondió Reki sonriendo.

Liam sonrió y miró a su primo.

- ¿Eres feliz? - le preguntó.

- Nunca había sido más feliz en mi vida - respondió Langa sonriendo.

- Eso es bueno, por favor tengan cuidado - dijo preocupado.

- Créeme que nosotros más que nadie lo tenemos, la vida fue dura con nosotros ¿sabes? - respondió Reki.

Sus tíos también se habían disculpado por haberlos hecho sentir incómodos con algún comentario realizado.

- A veces soy desubicado, también muy disperso, la verdad ni yo se bien lo que pienso, y también soy muy dominante con mi esposa - admitió Richard en una de las visitas.

La abuela había ido a disculparse con Reki, hablaron sobre el tema y todo quedó resuelto.
Ahora sabía la importancia de anteponer los sentimientos de sus nietos que alguna posición social.

- Langa querido me avergüenzo de todo lo que dije, Oliver debe estar decepcionado de mi - dijo la abuela.

- Se entiende que era tu opinión, pero no debes tratar de separar a una pareja, además al que le debes una disculpa es a Reki, le ofreciste dinero a cambio que terminara conmigo - le recordó Langa.

- Lo sé y lo lamento Reki, por favor cuida a mi nieto y hazlo feliz - dijo la abuela inclinando un poco su cabeza.

- No se preocupe, lo seremos - respondió Reki con una sonrisa segura.

꧁ ----------------------------------------------------------------- ꧂

Ya han pasado cinco años, en los cuáles Langa y Reki han ascendidos en sus trabajos, cada verano viajaban a Okinawa a ver a sus familiares y amigos.

En esos cinco años, al igual que en toda relación, habían tenido buenos y malos momentos, pero todo eso reforzó más su relación.

Reki ya había obtenido su residencia canadiense y estaban facultados para poder casarse.

Finalmente luego de diez años de relación, podrían unirse.

Habían invitado a sus padres, ellos presenciarían el momento, luego harían una fiesta cuándo volvieran a Okinawa.

Fueron temprano al aeropuerto a recibir a sus padre, Nanako venía con Kenzo y Masae con su esposo.

- ¡Langa! Por dios mírate, estás hecho un hombre, tan grande y fuerte - Nanako lloraba de emoción mientras su pareja la consolaba.

- ¡Mamá me viste hace unos meses en Japón! - respondió Langa.

- Reki, hijo mio, estás precioso - Masae acariciaba el pelo de su hijo.

- Hijo, espero con ansias el momento de tu boda - dijo su padre, el no era de hablar mucho pero esas palabras fueron suficientes para que Reki se pusiera a llorar.

Llegaron a la casa, Nanako emocionada recorría la casa enseñandosela a Kenzo.

- Hijo, tu padre y yo no sabemos nada de inglés, así que no nos dejes solos - dijo Masae al oído de su hijo.

Dᥱ⳽ρᥙᥱ́⳽ ᑯᥱ Ꙇᥲ toɾຕᥱᥒtᥲ - II TᥱຕρoɾᥲᑯᥲDonde viven las historias. Descúbrelo ahora