𝖒𝖆𝖓𝖎𝖆𝖈 || ❛No es que no quiera estar contigo, Fred. Es que no sé cómo amarte❜
Cassandra Nott intentará descubrir ciertos sentimientos por aquél chico pelirrojo, teniendo cuidado de no sentir demasiado. Aunque quizá sea un poco tarde.
❝𝐘𝐨𝐮...
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«—Vuelvo enseguida —fue lo que dijo su padre ese día, con los ojos rojos por todas las lágrimas que había derramado cuando nadie lo veía, depositando un suave beso en la frente de su esposa.
Miró a su lado, ahí estaba su mellizo de 9 años con la misma expresión.
—Vengan acá mis pequeños —les dijo su madre desde su cama y ellos obedecieron. Se acercaron al borde de su cama.
—Mamá, vas a estar bien ¿cierto? —preguntó Cassandra.
—No lo preguntes Cass, obviamente va a estar bien—le respondió su hermano al instante, ella miró a su madre quien parecía estar resistiendo por no romper en llanto frente a sus hijos.
—Todos hacemos lo posible para que sea así mis niños —respondió ella con la voz entrecortada—. Pero no quiero seguir mintiéndoles. Como seguramente ya lo habrán notado, pues mis hijos son un par de niños muy inteligentes, hay una pequeña posibilidad de que... algo salga mal.
—Mamá ¡no lo digas! —respondió Theo con los ojos llorosos—. Estarás bien —él volteó su mirada para encontrarse con Cassie quien tenía una lágrima rodando por su mejilla—. Ella estará bien Cass —aseguró después de limpiar la lágrima de su melliza con la manga de su playera.
Escucharon a su mamá sollozar y sus miradas se habían posado en ella nuevamente.
—No tienes de que preocuparte Cass —le había asegurado ella—. Pero en caso de que algo suceda-
—Mamá...
—No Theo, escúchenme, en caso de que algo suceda, quisiera pedirles un par de favores ¿puedo?
—Los que quieras —respondió Cassandra y su madre sonrió.
—Primero, quiero que me prometan algo —dijo esto y ambos asintieron—. Quiero que me prometan que jamás pelearán, y sé que es tonto pedirles eso porque son hermanos y en algún punto lo harán, pero me refiero a que pase lo que pase, tienen que mantenerse unidos, tienen que apoyarse, porque un día pensarán que no tienen nada, y que la vida es absurda, pero luego se mirarán el uno al otro, y ese será su soporte y su impulso. Quiero que sean el lugar seguro del otro ¿de acuerdo?
Los dos asintieron nuevamente.
—Y mis niños... escuchen a su padre —dijo ella.
—Tal vez si algo pasará, él podría comenzar a actuar muy extraño o se alejará de ustedes y lo hará porque no quiere lastimarlos, así como ustedes también se sentirán mal, pero con el tiempo todos y cada uno de ustedes lo va a superar, eso lo sé.
—Pero escuchen, obedézcanlo, claro. Pero si creen qué hay algo malo, no algo que ustedes crean que es malo, sino que sepan que no está bien, entonces... manténganse unidos ¿de acuerdo?
