𝖒𝖆𝖓𝖎𝖆𝖈 || ❛No es que no quiera estar contigo, Fred. Es que no sé cómo amarte❜
Cassandra Nott intentará descubrir ciertos sentimientos por aquél chico pelirrojo, teniendo cuidado de no sentir demasiado. Aunque quizá sea un poco tarde.
❝𝐘𝐨𝐮...
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—Entonces, ¿ahora son novio y novia? —bombardeaba Blaise con preguntas después de haber escuchado a Cassie con atención.
Después de la promesa que les había hecho a sus amigos, realmente se estaba esforzando por no romperla, aunque le costaba bastante, y no porque no quisiera contarles, pero a pesar de no serlo, se sentía juzgada hablando sobre el pelirrojo, sabía que era algo de ella pues los demás sabían que también debían poner de su parte y ya estaban mejor con la idea.
—Emm... y-yo n-no lo sé, ¿debería saber? ¿Debería preguntarle?
—¡No! Jamás preguntes, eso nos asusta un poco —aseguró Adrian Pucey dejando su vaso con jugo sobre la amplia mesa de las serpientes en el Gran Comedor.
—¿Es cierto? —cuestionó Cassie esperando que los otros tres chicos que escuchaban lo confirmaran, tanto Cedric, como Blaise y Theo asintieron.
En cuanto los slytherin salieron de la sala común por la mañana, la castaña confesó que tenía algo importante que hablar con ellos y cuando llegaron al Gran Comedor su mellizo se dirigió a la mesa del Hufflepuff para buscarlo, ahora que sabía que era el mejor amigo de su hermana, supuso que lo querría ahí, lo cual a Cassie le había parecido un poco tierno.
—P-pero —intervino Theo—. Eso solo nos asusta cuando no buscamos nada serio, si en verdad le importas no tendría porque asustaste, ¿qué se cree? ¿Qué puede besaste cuando quiera y cómo quiera a pesar de no ser tu novio? ¿Sin darte un título? No eres una más de sus chicas semanales —dijo el mayor de los Nott, un poco molesto al final, pero la slytherin sabía que solo eran sus celos sobre protectores apoderándose de si.
Aunque no estaba equivocado, Cassandra no era tonta, y en realidad todos conocían la reputación de Fred Weasley. No podía negar que había disfrutado el beso, tal vez un poco más que eso, pues no pudo pegar el ojo en toda la noche pensando en eso, sin embargo, era cierto, si ella comenzaba a permitir que la tratara como todo aún siendo nada, tal vez él se acostumbraría y la trataría como una más de sus víctimas, esas chicas que cambiaba por lo menos cada semana.
En verdad le gustaba, aún le era difícil admitírselo incluso a ella misma, pero en serio ya no había manera de negarlo, y aunque tratara, sabría que estaría mintiendo.
Pero no quería ser una más, la mayoría de las chicas que caían por los encantos del pelirrojo terminaban desoladas y hundidas en lágrimas porque aseguraban que Fred las hacía pensar que en realidad eran diferentes y especiales para él y que sentía algo por ellas, las otras sabían en lo que se metían y era justo lo que buscaban. Pero ¿y si Cassie era una más de las primeras? Debía ser especial, le mostró el lugar secreto que tiene con George, ¿cierto?
Pero ¿y si así hacía que se enamoraran todas? Incluso pensó que George podría ser su cómplice, que eran cómplices mutuos pues el otro gemelo no se alejaba de tener la misma reputación, aunque este mínimo había tenido un par de relaciones serias, Fred jamás.
