𝖒𝖆𝖓𝖎𝖆𝖈 || ❛No es que no quiera estar contigo, Fred. Es que no sé cómo amarte❜
Cassandra Nott intentará descubrir ciertos sentimientos por aquél chico pelirrojo, teniendo cuidado de no sentir demasiado. Aunque quizá sea un poco tarde.
❝𝐘𝐨𝐮...
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Lo ocurrido en la sala común de Slytherin un día anterior era lo único que Cassandra podía recordar. Y por lo que había observado, sus amigos estaban pasando por la misma situación, incluso Cassie se había dado cuenta de que Pansy ya lo sabía, seguro Blaise se lo habría contado al anochecer.
Ahora Cassie sabía lo que sentía, pues si la maldita poción de amor más poderosa que existe se lo decía, no podía equivocarse, ¿cierto?
Sin embargo, aún no había compartido con nadie lo que planeaba hacer al respecto, y si era sincera no quería hacerlo, ni siquiera quería sacar el tema a flote.
—Por Merlin, aún debo terminar el ensayo de transformaciones —comentó la castaña a sus amigos en cuanto salieron del salón de historia de la magia, que era su última clase del día.
Trataba de distraerlos, intentando que no tuvieran ni segundos disponibles para pensar en lo sucedido, aunque dentro de ella sabía que sus acciones eran en vano.
—Cassie, terminaste el ensayo ayer antes de dormir, lo entregamos en la primera clase, ¿recuerdas? —contestó Daphne.
Cass negó rápidamente con la cabeza mostrando una sonrisa apenada.
—Claro, que tonta, tengo la cabeza en cualquier lado.
—Cassie... —comenzaría a hablar Pansy pero esta no se lo permitió.
—Oh, espera las clases terminaron, Theo, ¡debemos ir con papá! —miró a su mellizo tratando de convencerlo de ayudarla a escapar de la situación.
—Desde luego, saben que no le gusta que lo hagan esperar —justifico directamente a los 3 chicos que los observaban de manera desaprobatoria.
Aunque la melliza no le tomo ninguna importancia y tomando a su hermano de la mano lo alejó caminando (con pasos veloces) de todos los demás.
—¡Los vemos en un rato! —declaró Cassandra como despedida.
Una vez apartados, el castaño miró fijamente a su hermana mientras aún caminaban, aunque la chica quería pretender que no se daba cuenta.
—Cassie, debemos ha-
—Theo, basta —detuvo ella—. No digas ni una palabra.
Y cómo si lo hubiera hechizado, su mellizo quedó mudo, aunque tenía una cara que definitivamente rogaba compasión.
Cassandra pensó unos segundos, anhelaba volver a tener esa relación tan incondicional con su hermano, cuando se decían todo, se apoyaban en todo, y ese tipo de cosas. Aunque había pensado que tal vez era imposible, que simplemente habían crecido y que mientras más crecieran, más se separarían, y comenzaba a aceptarlo, pero por un instante pensó en la posibilidad de que no fuera así, de poder cambiarlo.
—¡Agh! De acuerdo, puedes preguntar lo que sea de aquí a que lleguemos con papá —vio como las comisuras de los labios de Theo estaban por abrirse, por lo que soltó rápidamente—. Solo sobre el tema de Weasley.
