𝖒𝖆𝖓𝖎𝖆𝖈 || ❛No es que no quiera estar contigo, Fred. Es que no sé cómo amarte❜
Cassandra Nott intentará descubrir ciertos sentimientos por aquél chico pelirrojo, teniendo cuidado de no sentir demasiado. Aunque quizá sea un poco tarde.
❝𝐘𝐨𝐮...
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—Una estupidez en verdad, incluso tú lo dijiste, por dios no puedo creerlo ¿¡cuando pensabas decírmelo Cedric!?
—Cassie yo puedo exp-
—De verdad trató, pero no logro entenderlo —interrumpió al castaño—. ¿Puedes creer que me enteré por esos idiotas —ella sabía que ellos no tenían la culpa, incluso podría decir qué tal vez ya no los odiaba totalmente, pero estaba paranoica y no le importaba lo que decía—, y no por mi propio mejor amigo?
—Iba a hacerlo. Pe-
—Pero nada ¿sabes lo peligroso que es? ¿estás consciente de que podrías morir ahí cierto?
—No es para tanto.
Cassie suspiró tratando de tranquilizarse y lo miró a los ojos, conocía a Cedric y sabía que gritándole no iba a lograr nada.
—Ced... estoy preocupada.
—Estaré bien —aseguró él al instante.
—Eso no lo sabes.
—¿Sabes el dinero que podría ganar? —preguntó tratando de convencerla.
—Cedric si es sobre dinero yo te doy todo el que quieras.
—Pues... que humilde, gracias —dijo el castaño sarcástico.
—Lo siento —repaso la estupidez que acababa de decir—. No lo quise decir así es solo que... —suspiró nuevamente estresada—. No sé qué te pueda pasar y es algo realmente inútil competir por-
—Voy a pararte ahí —interrumpió él ahora—. Mira, sé que lo haces con buenas intenciones y que estás preocupada ¿de acuerdo? Pero, en realidad fue algo de último momento, mis amigos me dijeron que me creían capaz y que debía hacerlo y bueno, solo pasó. Y créeme que lo he pensado mucho y aveces por unos segundos me arrepiento, pero luego pienso en lo orgulloso que se sentiría mi papá y la sonrisa que tendría mamá.
Ella sabía que el que su padre estuviera orgulloso era muy importante para él, pero aún así, no estaba totalmente convencida.
—Pero Cedri-
Fue interrumpida nuevamente.
—Y si te lo preguntas, no, no estoy seguro de que hice lo correcto pero me gusta creer que sí, y lo último que necesito es que tú, la persona en quien más confío y que más necesito en estos momentos, me diga que no cree que yo pueda hacerlo.
No sabía que decir, definitivamente no le parecía buena idea, pero bueno, quería estar ahí, quería estar ahí para él.
—Solo te pido que me apoyes porque necesito que me des ánimos y que digas que crees en mi y si aún así no lo haces, bueno al menos que finjas hacerlo.
«Esto te llevará muchas noches sin dormir» pensó. «Pero vamos ¿quién ha estado siempre para ti? Exacto, él. Esto es lo mínimo que puedes hacer».
