𝟏𝟖-. 𝐈𝐧𝐯𝐢𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬.

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La voz de la profesora McGonagall resonaba en el aula, sin embargo, ni una de las palabras que salían de su boca entraban por los oídos de Cassandra

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La voz de la profesora McGonagall resonaba en el aula, sin embargo, ni una de las palabras que salían de su boca entraban por los oídos de Cassandra.

Seguía pensando en lo inútil que se sentía, seguramente pronto sería la siguiente prueba del torneo, era obvio que Cedric estaba cada vez más anguistado, y la última vez que se habían visto, solo hablaron sobre ella, ni siquiera le pregunto si ya sabía algo más, nada.

Pero un pequeño golpe del codo de su mellizo en su abdomen la hizo volver a la realidad.

—¡Auch! —se quejó pero su hermano sólo hizo una señal con los ojos que Cassandra decidió ignorar—. ¿Qué te p-

—Señorita Nott —la llamo la profesora y se dio cuenta que todas las miradas estaban sobre ella.

Aclaró su garganta.

—Profesora McGonagall.

—¿Podría hacerlo?

—Emm... —no tenía idea de que lo que hablaba y pareció que la profesora había leído su mente por lo que dijo después.

—No sabe de que le hablo ¿cierto?

Cassandra negó avergonzada y Minerva suspiró.

—Que si podría ir al salón de pociones a pedirle amablemente al profesor Snape unos frascos de vidrio, hicieron falta para sus compañeros y es lo siguiente que veremos —explicó.

—Oh... eh, sí claro —no tenía ganas de ir pero no le quedaba otra opción.

—Gracias —agradeció la profesora y hablo de nuevo para dar su clase en cuanto Cassandra se levantó de su lugar y salió del salón.

Comenzó a caminar para dirigirse con las mazmorras, le había parecido estúpido que la mandaran hasta allá solo por unos tontos frascos, pero sabía que probablemente la razón de que hubiera sido ella y no cualquier otro alumno, era que Snape solía ser menos... maleducado con ella, tal vez por su empeño en pociones, en verdad no lo sabía, pero tampoco le interesaba.

Después de caminar demasiado finalmente llegó a su destino, sabía que a pesar de lo anterior, el profesor Snape odiaba que lo interrumpieran, y más en el medio de una clase, pero ya estaba ahí, así que se asomó por la puerta, muchos alumnos se dieron cuenta de su presencia y la miraron.

—¿Profesor Snape? —llamó su atención haciendo que el profesor dejará de leer lo que fuera que tenía sobre su escritorio y dirigiera su mirada a ella.

—Señorita Nott... estoy en medio de una clase, y usted debería estarlo también.

—Sí, lo sé, más bien, lo estoy, pero bueno, la profesora McGonagall pues quería que viniera a pedirle unos... —olvidó por un segundo por lo que iba pero gracias a merlin lo recordó casi al instante—. Frascos de vidrio.

𝐌𝐀𝐍𝐈𝐀𝐂// Fred WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora