C A P I T U L O IV
La semana había pasado y con eso, la llegada del sábado más pronto de loa que imaginó. Ese día Izuku se sentía más alegre de lo normal, porque ese día saldría con sus amigos a pasear muchos perritos. Y él amaba los perros.
Caminaba junto a Shouto y Tenya, mirando las direcciones en una hoja de papel donde debían ir a buscar a sus clientes. Iida leía las direcciones, mientras que los otros dos chicos veían las casas.
- Esa es muy bonita - Todoroki señaló una casa azul bebé con un pequeño jardín delantero y un gnomo rojo como adorno.
- Que bueno que te guste, porque esa será la tuya - dijo Tenya, revisando la hoja.
- ¿En serio? - Shouto sonrió.
Tenya asintió.
- Entonces, me adelantaré. Suerte - se despidió con una sonrisa y empezó a caminar hasta aquella casa.
Los dos chicos lo miraron caminar por el pequeño jardín delantero, entrando al pórtico y luego tocar la puerta. Un chico pelinegro le abrió, hablaron un rato y después le entregó una correa donde llevaba a un pequeño cachorro blanco con negro.
- ¿Quién es el dueño?
Tenya revisó la hoja. - Uh... Un tal... Hanta Sero... Creo que va a nuestra escuela.
Izuku asintió, revisando la hoja en sus manos.
- La mía está a una cuadra, me adelanto ¿está bien?
- Sí, claro. La mía es esa - Izuku apuntó la casa de frente.
Iida se despidió, dejando a Izuku solo. Tomó aire, para luego cruzar la calle y caminar por el mini jardín lleno de flores de la gran casa blanca con detalles en negro. Guardó la hoja en su bolsillo y tocó el timbre, esperando pacientemente a que alguien abriese. Escuchó pasos desde atendro y luego un par de seguros siendo abiertos para luego la puerta ser abierta por un chico demasiado pálido.
Los ojos adormilados de Bakugo Katsuki recorrieron el cuerpo de Izuku parado en su entrada. Talló su ojo izquierdo y lo miró aburrido.
- ¿Qué?
- Lamento las molestias. - dio una leve inclinación, sintiéndose nervioso ante el tono del chico - Pero aquí dice que aceptaste el servicio de paseo a mascotas.
Le tendió una hoja, Katsuki la tomó sin muchas ganas, leyendo sin quitar la mirada aburrida. Izuku entrelazó sus manos en sus muslos, mirando a otra parte sintiéndose nervioso. ¿Por qué justamente tenía que tocarle ese chico? Quizás no debió de intercambiar los papeles con Tenya.
Katsuki le devolvió la hoja, entrando a la casa dejando la puerta abierta, Izuku hizo muecas mientras esperaba, hasta que regresó con un pequeño cachorro blanco en brazos. Lo dejó en el suelo y le tendió la correa roja.
- ¿Cómo se llama? - Izuku se agachó para acariciarlo.
- Deku. Bien, escucha - se cruzó de brazos mirándolo serio -. Necesita detenerse cada dos cuadras, ¿llevas bolsas?
- Sí...
- Perfecto. A veces se cansa, por lo que necesita descansar. Por nada del mundo lo pierdas de vista y no dejes que ningún perro se acerque. ¿Entiendes?
Izuku repasó las indicaciones en su cabeza. - Claro...
Bakugo se agachó, acarició a Deku y le susurró algo que Izuku no entendió del todo. Pero juró haber escuchado un "enemigo", pero fue tan bajo que quizás lo pudo haber imaginado.
- Entonces nos vamos, lo regresaré dentro de un par de horas - se inclinó, girándose con Deku adelantándose.
Ese chico era muy exigente.
@KCXMOON
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𝗦𝘄𝗲𝗲𝘁𝗶𝗲 ♡︎♡︎ ᵏᵃᵗˢᵘᵈᵉᵏᵘ
Fanfiction«Mírenlo siendo tan lindo y adorable... debe ser un truco, quizás trama algo. Ese niño no es normal es demasiado amable para ser real. Debe ocultar algo realmente oscuro. ¡Es perverso! ¡El mal personificado! Si buscas en el diccionario la palabra "p...