«Mírenlo siendo tan lindo y adorable... debe ser un truco, quizás trama algo. Ese niño no es normal es demasiado amable para ser real. Debe ocultar algo realmente oscuro.
¡Es perverso! ¡El mal personificado!
Si buscas en el diccionario la palabra "p...
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- Hermano, te vas a lastimar. - Hanta trató de detener al loco que seguía golpeando su cabeza contra la pared.
- Déjame morir de derrame cerebral. - Murmuró el loco. - Ya no vale la pena vivir.
Hanta miró a Kirishima con los ojos bien abiertos y apuntándole con las manos abiertas para que hiciera algo. El pelirojo rodó los ojos y le lanzó la chancla que encontró tirada, dándole justo en la espalda.
- ¡Ah, ¿qué mierda Kirishima?! - Bakugo se giró molesto tallando la zona golpeada.
- Oye, tú querías morir, sólo te estaba ayudando. - Excusó levantando las manos. - También podría ser una pequeña venganza. - Murmuró para sí mismo.
Sero rodó los ojos. - Ahora sí, ¿nos vas a decir por qué estás tan emo suicida y como gato a punto de parir?
Katsuki suspiró, sentándose como indio en el suelo de su habitación, mirando a sus amigos acompañándolo. Desde hace unos días, el cenizo se la había pasado evitando a todo mundo, y sus amigos se cansaron de aquella actitud tan depresiva, por lo que decidieron hacer algo.
- Ahora que lo pienso, está así desde la cita con el trasero de melocotón. - Kirishima miró a Hanta.
- ¡Ah sí! ¿Pasó algo durante la cita?
- Nada importante. - Encogió los hombros. - Sólo me friendzoneó, pero nada interesante.
Ambos se miraron.
- ¿Midoriya te bateó?
Asintió.
- ¿Y por eso querías beberte el cloro?
Asintió.
Ambos soltaron carcajadas estruendosas, haciendo fruncir el ceño al cenizo. ¿Cómo osaban esos viles mortales a reírse de él?
- No es gracioso. Es trágico.
- No es trágico Bombita. - Hanta dejó de reír para mirarle burlón. - Al contrario, es bueno.
- Sólo dices eso porqué Mina te hizo caso después de dos años en la friendzone. Y Katsuki es tan feo que posiblemente no tendrá la misma suerte. - Kirishima ignoró la mirada de muerte que el mayor le mandó.
- ¿Cómo es bueno estar en la friendzone? - Bramó ceñudo. - Ese lugar oscuro y siniestro es para perdedores, y yo no quiero estar ahí. Quizás me equivoqué he Izuku sí es el engendro del mal personificado. Si buscas en el diccionario la palabra mal, lo más probable es que encuentres una foto suya con su malévola sonrisa. ¡Es que es tan perverso!
Volvieron a reír.
- ¿Y cuándo cambiaste de parecer?
- ¿Uh? - Le miró fingiendo desconcierto. - ¿Qué?
- ¿Habías cambiado de opinión? - Sero le miró con las cejas alzadas y una sonrisa burlona.
Parpadeó varias veces, mirándolos sin expresión.
- ¡Pizza! ¿Quién quiere pizza? - Se levantó de un tirón, sacudiendo sus ropas mientras tanto caminaba a la puerta.
- Es una tentadora oferta, pero no. - Kirishima le detuvo. - ¿Qué está pasando Katsuki?
- ¿Hay algo que no sabemos?
Bakugo suspiró, se dio media vuelta mirándoles como si fuese a decir algo terrible. - Creo... Creo que me gusta.
- ¿Izuku?
- No, tu hermana.
- ¡Con mi hermana no depravado! - Hanta le aventó una almohada.
Katsuki rió, esquivando la almohada y recogiéndola del piso para luego lanzarla a la cama.
- Sí, Izuku.
- ¿Al fin te das cuenta? - Hanta ignoró la cara de perro rabioso que le mandó.
- ¿Y cuándo pasó todo esto? - él pelirojo se cruzó de brazos.
- No lo sé. - Se encogió los hombros. - Sólo... Pasó.
Hanta se levantó lanzándose a la cama y enrollando su brazo al rededor de los hombros de Katsuki .
- Nuestro muchacho está creciendo. - Revolvió su cabello.
- ¡Ah, quita! - Katsuki le empujó, tirándolo de la cama, a lo que él pelinegro empezó a reír. - Vete a la mierda.
- Entonces, ¿me voy contigo?
Bakugo entrecerró los ojos al tiempo en que Kirishima lanzaba una sonora carcajada y se retorcía en el suelo.
- Bien jugado vaquero, bien jugado. - Asintió cerrando los ojos y dando aplausos mudos como si estuviese otorgándole su aprobación.
- Chicos, Kaminari quiere que le acompañe con su amigo a recorrer la ciudad. - Kirishima miraba su móvil. - También dijo que podía llevarlos si ustedes querían, ¿qué dicen?
- Paso.
- ¡Vamos Katsuki! - Hanta se quejó volviendo a subir a la cama para rodear sus hombros, sacudiéndole un poco. - Sería buena idea para distraerte.
Bakugo lo pensó.
No, no era buena idea. Pues Izuku estaba riéndose animosamente junto al amigo de Denki quien tenía un brazo al rededor de sus hombros y apretaba sus mejillas en un acto muy confiado. Lo peor, según él, es que Izuku se sonrojaba a cada rato y parecía muy nervioso.
- Odio esto.
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