32: FINAL

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C A P I T U L O  XXXII

Qué difícil era ser novio de Midoriya Izuku

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Qué difícil era ser novio de Midoriya Izuku.

Katsuki sabía que Midoriya Izuku no podía dejar de ser simplemente él. El chico de cabellos alborotados siempre se paseaba por los pasillos del instituto, saludando alegremente, regalando sonrisas con mejillas teñidas y ojos brillantes. Algo que había cambiado desde que comenzaron a salir dos meses atrás fue que en todos los recesos se sentaban juntos en aquella mesa de piedra bajo el gran manzanero que solían frecuentar junto sus amigos, incluso los dos amigos de Izuku se habían unido.

Otra cosa que había cambiado era que Katsuki se la pasaba mimándole con pequeñas caricias inclusive si eran distraídas, solía tomar su mano y entrelazar sus dedos entre los suyos sonriéndole divertido para después burlarse de sus pequeños dedos. Besaba fugazmente sus mejillas siempre tomándole desprevenido y le obligaba a sentarse entre sus piernas para así abrazar su cintura y descansar su mentón en la curvatura de su hombro. Habían hábitos que nunca podrían cambiar, y uno de ellos era que Bakugo seguía quejándose de lo irritablemente adorable que su novio era incluso frente a él. Midoriya solía reírse ante sus palabras y aplastando sus mejillas besando su nariz lograba hacerle relajar el ceño fruncido.

Pero ser el novio de Midoriya Izuku no era tan fácil. Y Katsuki intentaba acostumbrarse a ello. 

Izuku nunca dejó de hacer sus caminatas habituales al rededor de su colonia por si algún vecino necesitase ayuda y usualmente obligaba al cenizo acompañarle con la excusa de que era bueno ayudar. Pura mierda. Y aunque Katsuki se negase excusándose con los proyectos del instituto o que su madre le había castigado, o debía de alimentar a sus mascotas, Izuku siempre se las arreglaba para convencerlo. 

Bueno, un par de besos y palabras bonitas podían incluso con el malhumor de sus mañanas. Katsuki era débil cuando se trataba de él y sus estúpidos pucheros. Juraba que el pecoso era alguna clase de brujo malvado que lo hipnotizaba con sus ojos de cachorro pulgoso de la calle. 

Era perverso. 

En serio, de verdad trató de acostumbrarse a los paseos al rededor de varias cuadras, a cargar cajas pesadas, a verle sonreír hacia las personas, a detenerse porque Izuku siempre mimaba a los gatitos que se encontraban en el camino, a pasear perros y de en vez en cuando cuidar a la mocosa de dos años del vecino. En verdad quería ayudar a su novio en todo eso pero eso no era lo suyo. Lo suyo era dormir hasta tarde, mandar a la mierda a todo mundo, a mimar únicamente a Deku y de vez en cuando a Caramelo, a cuidar de su madre cuando llegaba cansada del trabajo (que pensándolo mejor era igual que cuidar de una niña). Lo suyo era ser un holgazán desinteresado. 

A veces, en ocasiones, Izuku iba a su casa y cuidaba de la señora Bakugo, les hacía de comer e incluso bañaba a Deku de ser que estuviese muy sucio. Jugaba con Caramelo, y Katsuki sabía que era ridículo, pero sentía celos de ese gato. Apenas Izuku tocaba el timbre Caramelo y Deku iban corriendo a rasguñar la puerta o sentarse a esperar a que alguien se dignara a abrir, Katsuki rodaba los ojos cuando eso sucedía y cuando abría la puerta para dejarle pasar apenas podía abrazarlo. Caramelo se restregaba en sus piernas ronroneando mientras Deku saltaba para que lo cargaran. Comenzaba a pensar que Izuku quería más a esas bolas de pelo que a él. 

Otra de las cosas difíciles de ser el novio de Midoriya Izuku era soportar lo increíblemente amable que seguía siendo. Admitía que sentía celos cada vez que saludaba a algún chico o ayudaba a las chicas a llevar los libros, les sonreía a las personas y siempre aceptaba los obsequios que le ofrecían. Era algo que no estaba de acuerdo, pero Izuku era demasiado sociable, demasiado dulce y amable, que no podía obligarlo a dejar de serlo. Izuku era Izuku y siempre sería así. 

Una vez Hanta le preguntó curioso qué era lo más difícil de ser el novio de Midoriya Izuku. Lo había estado pensando durante un largo rato, incluso pasó la semana y seguía sin respuesta. 

- Gatito, ¿me das un besito? - Le sintió removerse en el sofá y la voz empalagosa de Izuku le sacó de su ensimismamiento. Le miró con una sonrisa ladina sintiendo su corazón chillar enternecido ante las mejillas enrojecidas y aquellos ojos mirándole ilusionados. Las miles de millones y brillantes estrellas seguían en ellos. 

Sin decir nada se inclinó hacia su cuerpo y dejó un suave beso en sus labios, tan rápido como un pestañeo y tan lento como para saber que ese día llevaba su bálsamo favorito. El de dulces de fresas. 

- Otro y ya. - Su voz sonó un poco chillona y le sonreía como un niño pequeño. Rió levemente porque sabía que siempre decía lo mismo pero nunca era suficiente, por lo que se acercó para dejar dos besos rápidos que le causaron cosquillas haciéndole reír tiernamente. Gatito ~ ¿me das otro? 

Acunó sus mejillas entre sus manos y tocó sus labios en un beso prolongado. Lento, suave, dulce. Queriendo pasar el sabor de los ajenos a los suyos. Izuku no perdió tiempo, se levantó y rápidamente se sentó sobre sus formadas piernas enredando sus brazos en su cuello para besarlo cómodamente. Katsuki sujetó su cintura acariciándole con cuidado sin dejar de besar sus labios. El sonido de la televisión encendida se escuchaba lejano siendo reemplazada por los latidos rápidos de su corazón. 

- Sem... - Murmuró al separarse, sonriendo divertido cuando Katsuki volvió a besarle impidiendo que siguiera hablando. - Sempai, deje... - Beso. - Me ha... - Beso y un par de risitas por parte de ambos. - Sempai ~ 

- ¿Qué pasa, bonito? 

- Te quiero, gatito. 

Sonrió tanto que dejó al descubierto sus sus colmillos e hizo pequeños sus ojos felinos. - Te quiero, bestia. 

Izuku rió sinceramente aplastando las mejillas de su Sempai logrando que sus labios se abultaran para volver a besarle. 

Entonces la pregunta de Hanta regresó a su cabeza y supo la respuesta. 

Lo más difícil de ser el novio de Midoriya Izuku era sobrevivir a los ataques de corazón que su ternura lograba causarle. 

Ah~ qué difícil era ser novio de Midoriya Izuku.

Ah~ qué difícil era ser novio de Midoriya Izuku

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@KCXMOON

𝗦𝘄𝗲𝗲𝘁𝗶𝗲 ♡︎♡︎ ᵏᵃᵗˢᵘᵈᵉᵏᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora