«Mírenlo siendo tan lindo y adorable... debe ser un truco, quizás trama algo. Ese niño no es normal es demasiado amable para ser real. Debe ocultar algo realmente oscuro.
¡Es perverso! ¡El mal personificado!
Si buscas en el diccionario la palabra "p...
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- ¿Qué pasa? - Izuku miró a Deku, quien se había detenido. Suspiró - Vas a descansar, ¿verdad? De nuevo.
El perrito simplemente empezó a caminar hacia un parque, echándose en la tierra mientras Midoriya se sentaba en la banca frente a ellos. Soltó un suspiro, pasando una mano por su cabello. No había visto a los chicos en todo el rato, por lo que en esos momentos se encontraba solo.
- Te cansas demasiado rápido - dijo hacia Deku, mirándole sacar la lengua -. Descansamos hace dos cuadras, ¿Bakugo-san no te saca a pasear?
El perrito lo miró sin expresiones, Izuku hizo una mueca.
- Katsuki... Ese senpai es demasiado - suspiró, pasando una mano por su rostro -. ¿Tú sabes por qué me odia? No, por supuesto que no sabes. Eres un perro.
Deku se acostó completamente, cerrando los ojos. Izuku le miró sin decir nada, recordando las palabras que Bakugo le había dicho. "No le quites la vista de encima". Era increíble lo sobre protector que era con él, incluso parecía un padre preocupándose por su hijo. Sonrió, imaginándose cómo sería con él a solas.
- Midoriya - la voz de Iida lo sacó de su ensimismamiento -. ¿Descansando?
- Sí, ¿cómo se llama este amigo?
- Nube, ¿a que no es lindo? - se sentó a su lado, dejando al siberiano echarse junto a Deku - Su dueña también lo es.
- ¿Una chica? - alzó una ceja coqueto - ¿Es muy linda?
- Oh sí - lo imitó, haciéndolo reír -. De hecho, me sorprende no haberla visto antes en la escuela. ¿Tú sabías que es la jefa del consejo estudiantil es una chica?
Alzó ambas cejas. - Ahora lo sé. Debe ser demasiado lista.
Tenya abrió la boca para hablar, pero la voz que salió no fue suya. Ambos miraron al bicolor que corría hacia ellos con una expresión de desesperación.
- ¿Qué pasa Shouto? ¿Por qué estás así?
Todoroki se sostuvo de sus rodillas, tratando de calmar su respiración.
- ¡Calmense! - interrumpió el peliverde, suspirando - Iremos a buscarla todos juntos, ¿de acuerdo?
Asintieron.
- Shouto ve por esa calle, Iida por aquella y yo me iré por este lado.
Se separaron, corriendo tan rápido como podían. Izuku tuvo que cargar a Deku en brazos ya que estaba cansado y hacerle correr la cansaría aún más. Gritaba el nombre de Yuki, buscando aquella cosa peluda con un traje amarillo pastel y un pequeño moño celeste. Si no la encontraban a tiempo, estaba seguro que Hanta los matará. A los tres.
Siguió gritando su nombre, incluso preguntándole a las personas si le habían visto, pero no habían señales, y ya casi llegaba la hora de regresar. ¿Dónde podía meterse un pequeño perro como él? ¿Dónde?
Escuchó ladridos fuertes cerca de un callejón, por lo que se acercó curioso, observando a un gran perro negro gruñir y acrroralar a otro animal. Se asomó, logrando ver así a la pequeña Yuki hecha bolita y temblando de miedo.
Mierda, ¿y ahora qué?
- ¿Midoriya Izuku?
Esa voz, él conocía esa voz - ¿Qué estás...?-
Toma a Deku - lo interrumpió, dándoselo y recogiendo una rama gruesa que había cerca.
- ¿Qué haces? -Katsuki volvió a preguntar, acariciando a Deku y asomándose por el callejón, asustándose al ver al animal de espaldas - Izuku, alejate de ese perro.
- Yuki está en problemas, no me iré sin él - murmuró, acercándose lentamente.
El perro se dio cuenta de su presencia, volteándose para encararlo, Izuku sintió escalofríos al ver los ojos profundos del animal. Un jodido rottweiler, era un jodido rottweiler macho.
- No te haré nada - murmuró, extendiendo una mano y la rama hacia él, cruzando sus piernas lentamente para rodearlo - Quieto... Quieto...
Logró llegar hasta yuki, lo tomó en brazos y miró al perro, quien seguía gruñiendo. Se agachó, tomando un puño de tierra y lanzándoselo, logrando que se distrajera y entonces salió corriendo.
- ¡CORRE!
- Izu...
- ¡QUE CORRAS IDIOTA!
El fuerte ladrido del animal lo asustó, logrando que empezara a correr detrás de Izuku, escuchando los gritos del peliverde y los suyos propios.
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