Me siento inútil

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El día siguió transcurriendo y no paso nada interesante, nadie cambio de papeles, ni provocaron alguna discusión, solo fue una aburrida tarde de clases.

Al finalizar la ultima hora, física mi mayor enemiga, empiezo a guardar los cuadernos y cosas dentro de la mochila. Estaba cansada y frustrada, por fin era hora de poder estar en casa.

Las chicas me saludan con la mano y se van, yo me dirijo al bloque de primaria para poder ir a retirar a mis dos hermanos menores: Alec y Franchesca.

Ya estaba llegando a la puerta de la clase de 1ero de escuela, cuando sale esta niña delgada y que no me llega ni a la cadera, con su hermoso pelo castaño claro y sus propios claritos naturales que son envidiables, sus ojos marrón oscuro brillan al verme y su hermosa sonrisa florece dejando escapar una risita inocente.

-Isaaa- grita atropellándome mi hermana de 6 añitos.

-Gracias-, me dirijo hacia la profesora que la había preparado para poder irse y ella me dedica una sonrisa. Me agacho para quedar a la altura de Fran y le doy un gran beso en el cachete, agarro de su mano luego de incorporarme y caminamos hasta la puerta de 3ero de escuela.

Una vez más, cuando voy llegando sale mi otro hermano de 9 años, pero a diferencia de la primera este no se emociona al verme. Sale con su mochila puesta y tiene su pelo color marrón oscuro levantado, sus ojos marrones ni se gastan en observarnos. A diferencia de mi hermana chica, nosotros dos tenemos la piel un poco mas morena. Alec pasa por nuestro lado y se va hacia la puerta principal para salir...

-Hola, ¿no?-, alzo la voz para que me escuche y por fin me dirige una mirada.

-Hola-, sonríe divertido,-¿vamos?

-Sip...- sonrío a Fran que se sujetaba fuertemente de mi mano y nos dirigimos los tres hacia la puerta para ir a casa, por fin...


***


Estoy en el living merendando y sumergida en mi celular viendo noticias por Twitter, estamos en unas semanas donde de un día para el otro todo el mundo se despertó y están haciendo marchas y movimientos por todo el mundo.

Además del reciente Covid-19, ocurrió la injusta muerte de Floyd, el presidente de EEUU no es muy querido en estos momentos, la selva Amazonas o el pulmón del planeta se prende fuego y con ella un montón de animales, el presidente de Brasil tampoco esta siendo muy querido, Venezuela no la esta pasando bien, el feminismo esta cada vez mas potenciado y se habla sobre una supuesta red de pedofilia donde los encargados de este acto son personas a quienes confiamos mucho poder... en fin, el mundo esta en pleno infierno, ¿el causante?, el mismo humano.

Deslizo mi dedo hacia arriba para ver mas publicaciones, se muestra el video donde un policía mata a Floyd y cambio rápido porque me parte el alma verlo nuevamente y escucharlo suplicar por su vida, otra publicación debajo sobre un koala medio quemado y deslizo, una imagen sobre adolescentes con carteles en ellos escrito "Queremos morir de viejos, no de cambio climático", deslizo y un montón de mujeres con pañuelos violetas y gritando a todo pulmón...

Amo mi generación y sinceramente es interesante la época en la que vivimos... pero no me siento útil estando en el sillón, postrada con mi café en una mano. Quisiera estar allá afuera en EEUU luchando por Floyd que no puede hacer nada, ni pudo... O intentando salvar animales en los incendios... no acá. Me siento enojada y culpable a la vez, estoy tan cómoda en mi sillón, económicamente estable, cada tanto dándome un gustito de comprarme algo innecesario, con mi café caliente y su espuma dulce... mientras otros están arriesgando su vida para poder ser escuchados y provocar algún cambio.

Vuelvo a mi realidad menos deseada y miro a mi hermana que esta en Netflix y mi hermano en el comedor con su celular... Aunque quiero enterarme de todo lo que ocurre en otros países, mi cuerpo me pide a gritos una siesta, dejo el celular y la taza en el mueble y me acuesto en el sillón.

No se cuanto pasa pero caigo profundamente en un estado de muerte, en el cual siento que hasta mi alma me abandona, pero solo estoy en un sueño profundo.

A solo un recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora