Chispa de felicidad

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(***)


Si me hubieran preguntado mi mayor sueño cuando era chica, hubiese dicho conocer Disney. Un parque de diversiones era todo lo que me ilusionaba en mi infancia y era lo único, porque estaba completa y feliz... no necesitaba otra cosa.

Si me lo preguntan ahora, lo sintetizo con tres simples palabras, pero que van en conjunto, como parte de un proceso; liberarme, vivir y encontrar.

Liberarme seria separarme de todos esos quienes no pueda ser yo con ellos, que critiquen... esas típicas personas que van limitando a otras hasta hacerlas un cuerpo de traumas e inseguridades. Salir de los lugares en los que no puedo bailar, ni cantar tan alto como yo quiero, en los que no puedo ser yo.

Vivir, aprender, conocer personas, conocer lugares, valorar cada tiempo, experimentar, divertirme, sonreír, enamorarme, fallar, caerme y volver a levantarme...

Encontrar, un lugar cálido, con las personas adecuadas, con el ambiente bueno, con buenas vibras... Encontrar ser parte de la familia más importante, la familia que se puede elegir... la de los amigos íntimos.

Ese sería mi sueno si tuviera todas las fuerzas para empezar el primero, no sé si resistiré un día más. Pasar un día acá, rodeada de gritos, electrodomésticos, sin cariño, con una rutina, sin hablar, sin relacionarme con nadie por ser la mejor opción, no siendo valorada, sin salir, sin respirar... No pienso en nada, no pienso en el futuro porque no lo veo.

Intentando ser positiva, me imagino en otro país... pero cuando dejo que mis peores sentimientos se apoderen de mí, cuando soy verdaderamente realista, no veo un futuro.

Mis hermanos son la única chispa de felicidad que hay en la casa, cuando no estoy estudiando o triste en mi cama, voy con mis únicas preocupaciones que tengo...

-¿Por qué estabas llorando?- dice con esa dulce e inocente voz Franchesca, que se estaba acercando al sillón del living donde me encontraba. Ella con Alec, estaban juntos jugando en la alfombra en el centro de la sala... yo solo observaba y los veía inspirada, como un fan mira a su ídolo.

Recién había terminado de discutir con mi madre, seguía molesta y la voz me salió cortante cosa que no quería ser con mi hermana, -Por nada.

-Porque mamá le pego.-, interrumpe mi hermano Alec mientras seguía tirado en el suelo.

-No, no lo hizo. ¿A qué jugaban?-, intentó cambiar de conversación porque Alec ya está acostumbrado a verme así, pero no quiero que Fran lo vea normal.

-Jugábamos a las pulseadas... pero me gana siempre porque es más grande.- Responde ella mirando con enojo.

-Yo juego... y le gano en nombre de Franchesca.

Me arrodille en la alfombra y prepare mi brazo en la mesita de madera chica que marcaba el centro entre los sillones, mi hermano hizo lo mismo y nos tomamos la mano. De un segundo para el otro olvidaba que estaba mal y mi lado competitivo salía. Como ganaba siempre con mi mano buena, jugué con la otra y estábamos empatados. Los tres gritábamos, Fran me alentaba con sus gritos agudos a mi lado mientras yo y Alec sufríamos. Por fin le gané y nos reímos los tres.

-Otra vez.- dijo Alec entre risas.

Volvimos a empezar, pero los pasos de nuestros padres se sintieron bajar desde las escaleras, al principio no pareció afectarnos... Pero como siempre, Alberto quería ver las noticias y le dijo a mi madre si podía hacernos callar para escuchar bien. Mi madre cansada de todo nos gritó que hiciéramos silencio más cosas adicionales... Estaba mayormente harta de mí y los gritos seguramente iban con un objetivo.

Y esas fueron mis únicas sonrisas en una semana. Un sentimiento que rogaba tener y disfrutaba, pero no completamente porque sabía que iba a durar segundos y estaba alerta para ver cuando y quien iba a terminar con mi apreciado momento. Una parte de mí, se entristecía de pensar que haya una mínima posibilidad de que mis hermanos vivieran lo mismo. 

A solo un recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora