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Si le pregunto el mayor miedo a las personas... o a ti. ¿Cuál es tu mayor miedo? Estoy segura de que muchos dirán animales o bichos, otros perder a la familia o a un ser querido, algunos le temen a la soledad y otros a la oscuridad.
Una vez escuche de una profesora que el ser humano es un animal sociable, pero si me pregunto mi miedo, son las personas.
Soy una persona, pero que le teme a otras. A veces, estas pueden ser tan poco sensibles y malas que pueden lastimarte por dentro, es frecuente que ocurra entre los adolescentes. Son como animales, si están en manadas se sienten más protegidas y superiores... como si les dieran el derecho de juzgarte.
También me dan miedo las personas buenas, porque en cierta forma me esfuerzo en querer caerles bien sabiendo que no sé relacionarme y termino en un ataque de pánico. En resumen... las relaciones no son lo mío, prefiero estar sola encerrada que exponerme.
Hoy es el primer día de clases, mi trío solo se habla por mensaje... cada un mes, y por primera vez en mucho tiempo me siento indefensa y a punto de exponerme.
Me puse un jean azul nuevo, una remera corta color turquesa y una mochila color rosada pastel... voy con colores muy llamativos, pero ya es tarde y debo salir.
Me dio el tiempo para alisarme el pelo y maquillarme un poco.
Iba caminando ya que me queda a 5 cuadras, pero son los peores 5 minutos de mi vida. Siento que voy a llorar en medio de todo el mundo, mi cara está roja y eso empeora la situación porque me delata. En todo el camino me voy arreglando cada detalle, veo mis manos y estos tiemblan como si estuviese en peligro y mi respiración no es la más estable.
Estoy a una cuadra y veo la entrada del liceo la cual debe de haber alrededor de unos 25 alumnos todos en grupo esperando afuera a que suene el timbre. Miro hacia atrás, que fácil seria que me regresen... Odio ser muy ejemplar, por dentro sé que está mal y que debo meterme en ese infierno.
Cuando voy llegando me tapo con mi tapabocas, que vean mis ojos, no mi nariz, ni mi boca... mis ojos. Aunque hace calor, quisiera tener una campera, me siento expuesta si una puesta. Me meto entre los adolescentes evitando mirar a alguien, directa en mi objetivo y que mi corazón se detendría si llego a ver que un grupo me está observando.
Mi corazón esta por salirse y aunque me gusta que me tape la cara el tapabocas me estoy ahogando, no me llega la respiración del todo y me da mucho calor...
Voy ingresando por el pasillo, lo que logro notar es la diferencia de estilos que hay en este liceo, pero también veo personas muy altas... maldigo mis 1,58cm y me dirijo a mi salón.
Cuando entro, hay unos 4 alumnos ya sentados y un montón afuera los cuales evite a toda costa... Observo las posiciones, adelante me sentiría muy expuesta, ya que no los puedo observar pero ellos sí... atrás tendría que gritar para que me escuchen. Noten, soy libra, no puedo decidir. Me agarro un lugar contra la pared, pero que se encuentra en el medio, tengo la posibilidad de tenerlos todos controlados y además estoy cerca del profesor, perfecto.
Dejo mi mochila, queda mal, la acomodo nerviosa. La posición en la que me senté no me favorece si me miran de atrás, pero si la cambio no estoy cómoda... la cambio. Todos empiezan a entrar porque tocó el timbre, y me observan... ¿soy tan fea?
Quiero irme, ¿Cuánto falta? Mis dedos repiquetean el banco muy rápido, pero dejo de hacerlo cuando la rubia que se sentó delante de mí, mira mis dedos y luego a mí, como diciendo: "¿podés dejar de hacer ruido?"
La profesora entra... una señora petisa, bastante viejita pero dulce, con lentes y un corte de pelo negro muy corto. Sé que va a ocurrir y lo detesto.
-¡Hola, niños!-, dice dejando las cosas en la mesa, -voy a ir pasando la lista y cuando los mencione, se presentan.
Detesto hablar porque tengo que hablar alto, fuerte y firme para que todos puedan entenderme, pero a mí la voz no me funciona cuando estoy en público, me sale baja, temblorosa y con miedo... para que luego alguien grite "no se te escucha" y todos se rían.
Mientras tanto la profesora y cada uno se presentaba perfectamente, mientras yo en mi lugar estaba intentando toser para que pueda desatrancar mi garganta... pero tampoco quería que se escuchara.
Cuando lo logre, me calme y gire mi cabeza, pero la chica morocha detrás me escucho como casi me atraganto en silencio y su cara es de disgusto... genial.
-Hernández, Isabella...-, la voz de la profesora me hizo dar otro infarto y me enderecé para verla.
-Acá-, dije con voz baja y muy aguda, -Me llamo Isabella-, cosa que ya saben, pero lo repito porque no pienso mientras hablo, -pase sin bajas y elegí humanístico por descarte.
No pensaba explicar que en realidad escogí humanístico porque pienso hacer marketing, abogacía, psicología, pero que no estoy muy decidida... Si no que lo que sé, es que quiero dejar una marca o cambiar el mundo. Una idea muy infantil.
No pensaba hablar más en toda la clase, pero la vieja quiso entablar una charla, ya no me cae bien. - Isabella, ¿Isa o Bella te decimos?
Pensé que le estaba hablando a otro alumno y cometí el error de mirar a los demás, dándome cuenta de que todos los ojos estaban en mí, -¿Q-qué?
-¿Cómo quieres que te llamemos?
¿Cómo quiero que me llamen?, no me llamen, no me hablen... no. -Isa-, logré decir, pero salió una voz débil y temblorosa.
Cuando ya todos estaban en otro alumno me dediqué a tranquilizar mi respiración porque estaba segura de que no estaba recibiendo suficiente oxígeno y lo que faltaba era que me desmaye.
Me repetía en mi mente que ya lo había arruinado y que una vez que terminara el horario me iría a mi casa, a mi lugar donde nadie me puede atacar, solo tengo que soportar unas horas más y listo, nada puede empeorar, ¿verdad?
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A solo un recuerdo
Short StoryImagínate que tengas que abandonar tu zona de confort, que tanto tus amigas como tu familia te abandona, que tengas que aguantar bullying y violencia... Serias tu sola contra el cruel mundo que nos rodea, ¿no podrías? Bueno, a Isabella le ocurre y n...