Principio de mi muerte

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(***)



Ya nos encontrábamos en las últimas horas de clase y se notaba, porque ya el ambiente se ponía triste y melancólico. Habíamos pasado recordando momentos y riéndonos, pero de un momento para el otro se volvió todo más tenso.

Hasta ahora no habíamos estado realmente consientes de la situación, y ahora que están los profesores despidiéndose y firmando remeras sí.

Todos van detrás de los profesores pidiendo firmas mientras Alma y yo estamos observando la situación, Jess esta detrás de Camila esperando a una profesora.

Con Alma no somos muy sentimentales y los profes no son lo que vamos a extrañar, ella está comiendo unas galletas mientras yo estoy tomando un refresco. No me voy a desesperar, si quieren firmarme cuando hayan terminado genial si no, no importa.

Cuando los profes se van, es hora de unas últimas fotos y se arrima la parte del adiós, aunque nos vamos a ver en la despedida...

Camila por supuesto, es la primera en llorar... Luego le sigue Jess y más tarde todas las demás. Alma y yo solo estamos riendo y un poco distanciadas, no nos gustan mucho esos abrazos falsos de despedida.

Al ver que ya es la hora, doy un pequeño abrazo a todos y agarro mis cosas. Yendo a la puerta empiezo a observar el lugar, este fue mi segundo hogar, cada detalle se ve mucho más linda ahora.

Freno al llegar a la puerta, debajo de esta hay una línea negra separando el exterior y no puedo avanzar. Mis piernas no reaccionan y me nace mirar para atrás, no queda ningún adulto... se ve vacío y lejano lo que antes veía lleno y cercano.

Mi cuerpo es consiente de que al cruzar esa puerta comienza una nueva etapa, nuevos desafíos, nuevo lugar, nueva gente... y no quiero, ¿por qué si estoy tan cómoda tendría que irme?

Me recuerdo que los cambios son necesarios y aterradores, pero todos sobrevivieron... no puedo ser la excepción, ¿o si?

Miro hacia afuera, miro el interior... Por primera vez en mi vida había encontrado un lugar donde me aceptaran tal y como soy, donde no me hicieron bullying ni nada por el estilo. Era parecida a algunas y encontré a amigas con mismos gustos y pensamientos, aprendí a valorarme y que no soy rara... y si lo soy, hay gente parecida o que me quiera. Y cuando por fin encuentro este lugar cuatro años más tarde lo debo abandonar.

Empecé a ver borroso y una gota se escapó para recorrer mi rostro, no podía creer que estaba llorando, porque simplemente no podía creer cuanto cariño tenía a este lugar. Me limpie rápido con mi rostro y avance, sin mirar atrás porque sabía muy bien que si lo hacía... volvería y me aferraría a ese lugar.

Y sin ánimos de continuar camine a casa pensando en lo que deje atrás, y lo que abandoné fue mi parte más fuerte, más segura de sí misma, más feliz y sonriente, más positiva y viva que construí... pero no me di cuenta hasta meses luego.

A solo un recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora