Divagando

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Pasaron los meses y hemos salido como máximo 2 veces con las chicas y los mensajes mientras que llamadas disminuyeron notablemente.

Aunque sabía que iba a ocurrir, no creí que tan rápido me evitaran mis llamadas o que el grupo se convirtiera en solo un grupo de recuerdos... Las extraño y cuando nos llamamos, Jess no contesta y con Alma no tenemos mucho que contarnos por lo que las llamadas duran 5 minutos como máximo.

Estamos a un mes de comenzar las clases, mi quinto año va a comenzar y por un lado siento que en un mes comienzo el estudio real, a construir mi futuro oficialmente. Como si todo lo pasado no hubiese contado, ahora cada paso que tome va a influir y cambiar mis posibles oportunidades de futuro.

En casa las peleas con mi madre siguieron, pero en este tiempo no tenía a mi distracción y vivía aburrida o triste, no podía evitarlo.

El Covid-19 fue afectando cada vez más, pero el miedo empezó a disminuir. Las personas salían y muchas se juntaban, mientras todo el mundo estaba en cuarentena obligatoria, en mi país pasaban los reclames de precaución.

Mi rutina del día a día, al ser vacaciones paso a ser una batalla constante de querer vivir la vida porque era levantarme para estar rondando por la casa, aburrida y siempre unida al celular. No tenía amigas, ni con quien hablar y tampoco algo que hacer, cuando llegaba la hora de dormir no le encontraba sentido y me dormía a las 3a.m..

Una noche encontré un video sobre shifting, un supuesto proceso que haces para que tu cuerpo esté durmiendo mientras vos en tu mente podés estar en un lugar soñado donde tendrías que moverte y entender todo, como un sueño lúcido, pero en el cual podés decidir a donde ir y que puede ocurrir.

Lo intenté unos días, al principio me daba miedo porque creía que iba a quedar atrapada, pero con la vida que llevaba, no arriesgaba mucho. Una noche estuve a punto de realizarlo, estaba con los ojos cerrados y todo mi cuerpo se encontraba en un estado de relajación mientras escuchaba un audio subliminal de Harry Potter con ondas zeta o algo parecido. Por primera vez no movía una mano o no me desesperaba por no pensar en nada y al final fallaba, estaba en completa quietud y sentía como movimientos a mí al rededor mientras mi cuerpo a veces rebotaba lentamente en la nada. Empecé a notar mucho blanco, no sé si en mi mente o en mis ojos y creía que ya había llegado, pero al abrir mis ojos era mi hermano sonámbulo que estaba prendido la luz.

La verdad es que lo intentaba porque me daba la esperanza de creer en algo, de que si quizás aquí la realidad que estoy viviendo no es la que quiero puedo tener una segunda vida en mi realidad deseada, pero luego de intentar como 10 veces lo abandoné.

Mientras mi familia me veía en el sillón con la mirada perdida en la ventana, en mi mente estaba pensando en la posibilidad de que me pasara algo interesante ya sea realista o algo ya fantasioso. Tenía tanto tiempo para divagar en mi mente, que iba desde que apareciera un chico misterioso que me secuestre y me enamore, o ya algo más fantasioso donde me llegara una carta para ir a Hogwarts diciendo que soy una bruja. Durante semanas no ocurrió nada interesante, pero se me adquirió una rutina por las noches y era llorar...

A solo un recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora