Atada

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(***)


Una parte de mí estaba enojada con el trio, otra las extrañaba y otra solo no las recordaba. En todos estos días nos habíamos llamado solo una vez, y las llamadas parecían las típicas de adultos.

Alma me había contestado y Jess corto,

-Hola Alma...

-Hola, ¿cómo estás? tanto tiempo...

-Sí... demasiado.

-Jess no contesto?

-Nop, comenzaste las clases?

-Sip, las extraño.

-Yo también, un montón.

-Que estabas haciendo?

-Deberes...

-Si, yo también estoy llena... peor con las clases online.

-Las prefiero así, odio la presencialidad.

-Ayy no, yo no. Bueno, tengo que seguir estudiando, ok?

-Claro, yo también, saludos a tu familia.

-Igual, byee.

-Bye.

Me motivaba a no llamar más, Jess ni los mensajes respondía... Por eso, una parte de mí ya ni las mencionaba porque se sentía que nuestras vidas ya estaban separadas. Las clases online me habían dado un respiro de las relaciones sociales y me animaba a participar, ya que era hablarle a un celular. De igual forma tenían su parte mala, no salía de casa y me sentía apagada. Si en algún momento tendría mi mejor momento en la vida, este no lo era.

Cuando me levantaba a la hora del almuerzo no quería abrir la ventana y encontrarme un sol que no iba a disfrutar. Vivía como en una cueva, me duchaba casi todos los días porque era un momento de comodidad y calor que me traían paz. Esos eran mis dos lugares, mi hogar, el baño y mi cuarto. Desayunaba, almorzaba, estudiaba, lloraba, todo en mi escritorio.

Se supone que en una familia y en un hogar, se deberían sentir todos cómodos... Yo me sentía apagada, mi sonrisa y mi presencia no se mostraban mientras mi familia estaba abajo. No podía, no me sentía cómoda, juro que intente... Pero tanto siento que fueron las críticas hacia mí, que dudaba si una familia debía ser así.

Y me empezaba a preguntar si esto era una familia tóxica, si en algún momento podría irme, si me haría bien... ¿Pero y si estaba atada? ¿Si tenía un karma que pagar? ¿Y si por estar con ellos terminaban matando a la niña alegre y charlatana que alguna vez fui? ¿Podía ser, mi propia familia mi asesina? 

A solo un recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora