(***)
Hay gritos, muchos gritos, pero me pesan los parpados y todo el cuerpo como para levantarme para saber si estoy corriendo peligro.Mis oídos o mi cerebro sigue durmiendo porque no comprendo lo que gritan, si puedo entender que es una voz femenina muy familiar.
Comprendo que es fin de año y que estoy un poco estresada, pero mi cuerpo parece el de una señora ochentera y me asusta. Una vez que logro entender la situación, me despierto del todo para no correr riesgo.
Peligro, mi madre está enojada, -LLEGAN TARDE, NO VAN A LOGRAR NADA EN SU VIDA SI SIGUEN ASÍ-. Veo la hora en mi celular, son las 8:10... mi clase comenzaba a las 8:00. -Y vos...- continúa mi madre, pero ahora acercándose, me estremezco porque sé que puede pasar cuando mi madre y el enojo se mezclan, -vos sos la más grande, yo no me voy a hacer más cargo de vos... llegaste tarde, te lo perdiste porque YO, no te voy a llevar.
Genial, además de haberme perdido el desayuno, me pierdo el último día de clases. Pienso y mientras mi madre se está yendo con mis hermanos al auto, yo agarro mi celular en un intento desesperado de conseguir una salida.
Mi padrastro, que yo lo llamo papá directamente, Alberto Piris o el padre biológico de mis dos hermanos... es una persona muy importante para mí, hizo del papel de padre y gracias a él sé muchas cosas y estoy donde estoy, además de amar y soportar a mi madre.
Isa -Papá, mamá no me quiere llevar al liceo...
Aa Papá -¿Qué hiciste?
Isa -Me levante tarde, al igual que Alec y Fran... pero a ellos si los lleva.
Aa Papá -Ok, pídete un Uber o anda caminando... mejor llegar tarde que nunca. A la vuelta hablamos.
Y me gané una charla de advertencia, miro hacia el cielo donde supuestamente está Dios y mi cara de enojo le dice todo.
Isa -Gracias, pero prefiero caminar...
Si acepto el Uber no tengo mucha justificación para recriminar a mi madre sobre tal injusticia, ya que al fin y al cabo habría ganado mi capricho de que me llevaran cuando estamos a pocas cuadras de distancia. Si voy caminando, puedo luego quejarme y hacerme la víctima... Si, sé que no soy santa, pero el convivir con esta familia me ha enseñado a hacer mis tácticas.
***
Cuando voy llegando y entro a mi clase con una sonrisa, recibo una automática de mis amigas.
Alma me empieza a rezongar, -Pensé que no vendrías, ¿me quieres dar un infarto?
-No, pasa que tuve un problema...
Jess me observa de arriba a abajo, -Estás bien, ¿no?
-Eeh, obvio que s-, pero soy interrumpida por Alma.
-¿Te peleaste con tu madre de nuevo?
-Si, pero no fue nada...
Cuando iba a avanzar para ir a mi asiento, las caras de ellas cambian de golpe. Alma abre los ojos lo más que puede mirando detrás de mí y Jess esconde su celular y queda pálida, retrocede unos pasos para atrás y mi mente empieza a funcionar...
Miran detrás de mí, ósea hay algo en mi espalda, algo feo por sus caras, Jess guardo el celular, porque habría de...
-A MI NO, PORFAVOR NO ME ROBEN- salto hacia mis amigas con los ojos cerrados, nunca me habían robado y no quería que ocurriera... mientras sigo gritando como una loca, el silencio al mi alrededor aumenta.
Cuando ya no siento ni movimientos abro mis ojos, no es un ladrón... ¿Qué haría un ladrón en un salón de un colegio privado?, es algo mucho peor y que da más miedo.
Delante de nosotras tres estaba la directora de Ingles, una cuarentona en forma y de pelo rubio que da miedo en todos los aspectos posibles. Su mirada me apuñala y su ceja levantada me informa que está esperando una respuesta del show que acabo de dar... gracias Dios, de nuevo.
Empieza a hablar ella, porque yo no encuentro mi voz, -Isabella Hernández, ¿podría explicarme que acaba de ocurrir?
-Claro, emm... si, yo estaba acá-, me pongo en el lugar y regreso inmediatamente porque había quedado enfrentada a ella, -y... usted, emm... no lo sé, vi a Jess y Alma... pensé que había algo horrendo detrás de mí, pero no... era usted, todo lo contrario.
Veo a mis amigas que se contienen la risa disimuladamente, mi intento de que no me rezonguen es patético.
La directora da un vistazo general a la clase y luego regresa su mirada hacia mi, -tiene suerte, vengo por otro problema... Si no, ya estaría llamando a sus padres Hernández- su mirada deja de atacarme y va a Jess y Alma, que se encontraban rojas como un tomate. -A ustedes también, no son más ni menos... ¿Quieren una observación señoritas?
Las dos mueven sus cabezas negando y nos corremos del camino porque la directora empezó a entrar. La clase nunca hizo nada bastante arriesgado como para que vengan directoras, no sé lo que se viene... pero una parte de mí está muy nerviosa. ¿Qué hicieron? Y, ¿a quién van a matar?
ESTÁS LEYENDO
A solo un recuerdo
Historia CortaImagínate que tengas que abandonar tu zona de confort, que tanto tus amigas como tu familia te abandona, que tengas que aguantar bullying y violencia... Serias tu sola contra el cruel mundo que nos rodea, ¿no podrías? Bueno, a Isabella le ocurre y n...