Desde las cenizas/Los vengadores/

Capítulo 62

Ha pasado un mes desde que huyeron de la balsa, no lo admitirían entre sí pero reconocían que han sido días difíciles y tensos, ya que constantemente viven con el temor de ser atrapados. A las dos semanas de haber llegado al bunker en Canadá tuvieron que irse pues les habían hecho una emboscada de la cual apenas y lograron huir, por lo que se dirigieron a una cabaña en el noreste de Rusia, específicamente a una parte donde la tecnología aún no estaba tan desarrollada como en otras partes del mundo por lo que estarían a salvo de las cámaras de seguridad que los llegasen a captar. Habían mandado a Elizabeth a recolectar leña por lo que está fue sin problema pero a la mitad del camino sintió una debilidad que reconoció al instante pero decidió no tomarle importancia por lo que siguió con su tarea pero a medida que se iba adentrando aun más al bosque sentía como su mano derecha empezaba a temblar, tomo la leña lo más rápido que pudo y regresó a la cabaña aunque cada vez se sentía peor. Apenas y entro dejo caer la leña al piso para deslizarse por la pared hasta quedar sentada, donde empezó a respirar con dificultad aunque después sintió como gotas de sangre empezaban a salir de su nariz. 

-Mamá-llamó Elizabeth- ¡MAMÁ!- volvió a llamar

-¿Qué pasa cariño?- Natasha se asomo por el pasillo y al instante que la vio salió corriendo en su dirección para ver lo que sucedía-¿que esta sucediendo?

-Son mis sueros- dijo simplemente sabiendo que la ahora rubia ya sabía a lo que se refería

-Bien- la rusa se quedó estática por unos momentos pensando que hacer- te queda una inyección ¿Dónde está?

-Ya no quedó ninguna- aceptó Elizabeth viendo con pena a su madre- se derramo el líquido cuando estábamos huyendo de Canadá 

-¿Porque no dijiste nada?

-Lo iba a hacer, lo juro, pero no quería agregar un problema a todos los que ya tienen- dejó caer su cabeza contra la pared- lo siento, no quería preocuparlos 

-No, no te disculpes Eli. Tranquila, estarás bien- Natasha se puso de pie rápidamente- ¡WANDA!¡PIETRO!

-¿Si?- preguntaron ambos a lo lejos desde otro lado de la cabaña

-Tenemos que irnos, ahora- cuando Natasha dijo eso al instante apareció Pietro y después de unos segundo lo hizo Wanda- Pietro ver por Steve y Sam deben de seguir haciendo las compras, Wanda ayúdame a empacar

Estos sin dudarlo se fueron a hacer lo que les ordenaron, Elizabeth no le gustaba quedarse de brazos cruzados así que se puso de pie como pudo y se dirigió a la habitación donde dormían todos pues la cabaña era muy pequeña. Cuando entro sintió la mirada preocupada de Wanda sobre ella pero le dio una sonrisa para tranquilizarla y después seguir guardando todo lo que podía. Después de unos minutos llegaron los tres hombres corriendo desesperadamente al ya saber la situación y ayudaron a empacar todo lo más rápido que podían, una vez que tenían todo subieron las cosas al quinjet. En menos de media hora ya estaban en el aire. 

-¿Iremos por más inyecciones al complejo?-preguntó Pietro que se sentía algo culpable de la situación pues a el se le cayo la caja donde venían estas 

-Si es necesario lo haremos pero iremos a pedir ayuda a otro lado- explicó Steve que iba de copiloto junto a Natasha

-¿A donde iremos?- Sam revisaba el mapa que estaba en la mitad del panel de la nave

-A Wakanda

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Peter y Jennifer se habían enterado que finalmente les habían concedido el arresto domiciliario a los Barton por lo que decidieron visitar a Cooper sabiendo que probablemente se ha de estar volviendo loco. Fueron en un quinjet hasta la granja en Missouri, el cual Visión configuró para que los llevará y trajera en automático ya que ellos no sabían manejar la nave. Fueron un par de horas de viaje hasta que finalmente aterrizaron, cuando bajaron caminaron a paso lento hasta llegar al pórtico donde estaban Clint, Laura y Lila conversando. Estos cuando los vieron se sorprendieron por la inesperada visita aunque después de explicar todo y que se saludaran les dijeron que podían pasar a la habitación del castaño ya que este estaba ahí. Avanzaron a través de la casa hasta llegar a la habitación de este de la cual solo se escuchaba la fuerte música y golpes constantes.