red || charles leclerc

emilia romaña.

| ¿Por qué odias mis trenes, señor?

Con el primer circuito finalizado y los primeros resultados ya establecidos, la planificación y los proyectos de comunicación ya no podían esperar más. En ese descanso de dos semanas, Isabella había mantenido varias conversaciones con Paulina, su colega a cargo del contenido de Carlos Sainz  y sabía que no se podía quedar atrás. 

Paulina era todo un personaje, pensaba Isabella cada vez que estaba con ella. Con un profundo acento portugués y un par de años más de experiencia,  la muchacha le había hecho saber que por más que era nueva en el equipo, no quería perder un segundo ni quedarse atrás. 

-El equipo de prensa está barajando la posibilidad de abrir una cuenta de Tik Tok de la scuderia, con unas buenas ideas podemos hacer muchas cosas con Carlos y Charles- le había dicho después de una reunión.

Isabella, que seguía notando la indiferencia y ausencia de su piloto sin entender muy bien por qué, negó dubitativamente con la cabeza. 
-Hay que tener cuidado, Mercedes ya tiene una hace tiempo y Red Bull ni te cuento- se había limitado a responder, poco convencida. 

Pero con el avance de los días, las presiones habían aumentado y la cuenta ya estaba en marcha. Solo había que generar las suficientes filmaciones para empezar a publicar. Y qué excelente momento para estrenar una nueva red social en el mismísimo Imola, el primero de los circuitos en Italia de donde el propio equipo era local.

El jueves anterior a las prácticas, Isabella se acercó a la habitación de Charles en el hotel que se estaban hospedando para comunicarle la nueva decisión, que se agregaba a las fechas ya planificadas. Las cosas seguían sin darse entre el monegasco y ella, a pesar del contexto que los rodeaba. Como oficial de prensa y creadora de contenido del piloto, el tiempo que ambos debían compartir era bastante. Arreglos sobre reuniones, comunicados, negociaciones...todo pasaba por ella y todo debía ser hablado con él. Y que hayan empezado con tan mal pie era demasiado contratiempo.

La muchacha tocó dos veces la puerta y deseó que ese día él estuviese de buen humor. Si bien la dejó pasar y hasta la saludó con ganas, el optimismo pareció esfumarse una vez que ella habló. 

-Charles, solo pasaba a comentarte que mañana hay que empezar un poco más temprano, el equipo quiere filmar para Tik Tok.

Leclerc, que había caminado hacia una mesa dándole la espalda, solo giró un poco la cara para responder.
-¿Qué?

-Que mañana empezamos mas temprano, tipo siete, para poder avanzar con las filmaciones- repitió, aún de buena gana. 

El monegasco, sin embargo,  le dedicó una efímera mirada antes de volver a concentrarse en su celular. Con un suspiro silencioso para intentar disipar la sensación de pesadez, la muchacha dio un paso mas en la enorme habitación. 

-Che, Charles, yo entiendo que estás a full con las carreras, tu vida y no se qué más pero las cosas para redes las tenés que hacer igual- habló. Quería mantener el tono cordial. 

-Me parece que debería tener un poco mas de decisión ¿no?- respondió él, algo altanero.

Dios, Leclerc, son las nueve de la noche, no me arruines la vida a esta hora.

-Sí claro, si hubieses asistido a alguna de las reuniones, sí. Lo podríamos haber hablado en conjunto.

Él simplemente hundió los hombros.

Ahh, señor, ¿por qué odias mis trenes?

-No lo voy a hacer. Fíjate de volver a diseñarlo, o pensar algo mejor, no sé.

Isabella abrió los ojos totalmente sorprendidas. ¿Desde cuando un piloto se tomaba tantas libertades? De todas las versiones de Leclerc, todas las que había estudiado e imaginado, esta tan áspera y mala leche nunca se la hubiese esperado.

-Todo bien, pero mira que yo trabajo hace dos años acá, eh, ya pagué el derecho de piso  ¿Vos podés decir lo mismo?- respondió sin pensarlo demasiado mientras se cruzaba de brazos.

-¡Ah, esperá! Tenés razón, ¿Cuántos GPs tenes? ah cierto...- exclamó fingiendo que pensaba- ¡el que maneja la scuderia soy yo!

Isabella le clavó la mirada. La carta del sarcasmo era algo que no soportaba.

-Acá las cosas se hacen en equipo. Lo deberías saber, porque estás hace bastante acá. Se que esto es un poco difícil de entender para vos igual, posiblemente después de tantos choques estúpidos hayas quedado un poco mal de la cabeza- terminó fingiendo ser comprensiva, con ambas palmas tocándose el corazón.

-Wow, qué atrevimiento, no es tan difícil recordar que yo tengo la decisión final. Y no me refiero solo a las redes. - Leclerc se había sentado y había subido los pies arriba de la mesa. Isabella no entendía si la estaba boludeando o si a él simplemente la situación le parecía graciosa. Solo sentía hervir la sangre en su cuerpo. 

-¿Qué pensas hacer? ¿Quejarte con Ferrari? Sí, dale, muy maduro para un piloto de fórmula 1.

-Puedo decir que haces mal el trabajo- respondió de inmediato. Se había recostado en la silla, ahora con los dos brazos tras la cabeza. 

La frialdad con lo que lo dijo le estremeció la piel.

-Sabes que eso no es verdad- habló Isabella, con la voz más tomada. Había logrado intimidarla.

-Puedo mentir, perlitas de ser un piloto de fórmula 1 ¿verdad?

Isabella no se podía creer lo que estaba escuchando.

-Eso sería caer muy bajo. Hasta para vos.

Charles se encogió de hombros y volvió la vista al celular.

Isabella dio media vuelta pero sintió la bronca de tener que irse con la cabeza gacha. Pero no había más que hacer que quedarse callada. 

-Que pendejo de mierda que sos, Charles- dijo en un susurro y se fue, con las sangre hirviéndole en las venas y con la mente buscando razones para entender porque a su piloto le caía tan mal. 

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Alóooooo, nuevo cap ♥

Bueno, espero que les este copando (o no) ahre pero de cualquiera manera me lo pueden decir en los comentarios (?)

El titulo de este cap es una super referencia que espero puedan captar porque por alguna razón no me podía dejar de imaginar a Isabella en ese mood mientras escribia el capitulo.

Nada, buen finde y no se olviden de votar ♥