«No te soporto Leclerc, te juro que no te soporto más»
Isabella, la nueva oficial de prensa de Charles Leclerc, tendrá que no solo hacele frente a un trabajo con mil cosas por aprender sino también a su piloto, que esfuerza en hacer imposible su rut...
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El silencio ya la había empezado a incomodar.
Susana, la jefa de prensa de la escudería, su jefa, se encontraba frente a ella con las manos sobre el escritorio, dando vueltas para mencionar algo que, a medida que avanzaban los minutos, parecía aumentar en gravedad. Ambas se habían quitado los barbijos, lo que daba vista completa a una expresión completamente seria.
Ese martes previo a viajar a Bélgica parecía no haber comenzado de la mejor manera.
Isabella, con la mirada alerta y los nudillos blancos de tanto apretarse las rodillas, empezaba a sentir las consecuencias de no haber desayunado y la sorpresiva llamada a reunión de su jefa.
En principio no se había preocupado. Había subestimado las palabras de Susana y hasta había desestimado los comentarios intranquilos de Paulina.
"Tranquila, Pau, seguro es para hablar de alguna estrategia focalizada" le había dicho a la portuguesa antes de doblar en pasillo que la trajo a la oficina donde se encontraba sentada.
Pero ahora, con la expresión severa de Susana frente a ella y el silencio que vaticinaba una tormenta, Isabella se sentía en problemas.
-Bueno, Isabella, no quiero demorar esto mucho más pero tenemos que hablar.
La muchacha sintió un tirón frío en el cuello, un nervio recorrerle todo el cuerpo.
¿Se había mandado algún moco?
Seguramente.
La clave era saber esconderlos bajo la alfombra.
¿Pero...había alguno que era lo suficientemente malo?
-Recientemente entré en conocimiento de una actitud, una cierta situación que te incluye que creo no es la correcta, ni la forma en que la empresa quiere trabajar.
Mierda. Mierda. Mierda.
¿Qué había hecho?
Isabella comenzó a hacerse una lista mental sin dejar que el miedo se le note en la cara. ¿Quizás por maquillarse mientras trabajaba? ¿O por tomarse recreos algo largos? ¿O por en ocasiones no atender llamadas?
-No creo tener que recordarte que hay formas Isabella. De manejarse, de tratar, por algo estas en el equipo de comunicación ¿no? La empresa valora mucho el buen trato y la confianza. Hacia afuera, con la prensa, con los comisarios pero sobre todo hacia dentro, entre pares, entre nosotros...
Confianza...buenos tratos...pares...
Ah, la puta.
¿Acaso la estaban retando por las no tan pequeñas que tenían con Leclerc?
¡Encima que ahora se estaban llevando bien!
Isabella asintió, al darse cuenta que el silencio se estaba prolongando demasiado.
Se acomodó en su silla y se preparó para pedir disculpas, decir que no iba a volver a pasar y que estaba haciendo todo lo posible para mejorar la relación con su piloto (y bla bla bla).
No le interesaba discutir los caprichos de Charles con su jefa. No le interesaba estar recibiendo un llamado de atención por algo que hacía semanas no pasaba.
(Wow, hacía semanas que ya no peleaban)
Estaban rondando el mediodía e Isabella estaba más concentrada en correr para comer su almuerzo. Solo unos minutos más de jugar de tonta...
-...Es por eso que bajo ningún concepto podes salir con Max Verstappen.
Qué.
Isabella levantó repentinamente la mirada buscando algún signo de chiste en la cara de su jefa, pero nada. La voz determinante de Susana le resonó en la cabeza como si alguien hubiese tocado una campana con su cerebro y le disparó una infinidad de preguntas que no encontraban respuesta.
-¿P-perdón?- solo pudo esbozar.
-Se que lo estás viendo, Isabella y no es algo que podamos aceptar.
Miró para todos lados, como si el ventanal a su derecha o una biblioteca moderna a la izquierda le mostrase el sentido que no encontraba en la situación.
-¿No estaría entendiendo cuál es el problema?- preguntó ya con un tono que empezaba a rozar lo sarcástico.
-Que es Verstappen, Isabella- Susana mantuvo la misma determinación que antes.
-Ok, entonces tengo que buscar el sentido de todo esto en un apellido, tranqui- si la frase anterior sugería un poco de sarcasmo, esta lo escupía por completo.
La bronca ya se le estaba formando en la garganta y el nervio en el cuello más que rígido ahora era una bola de fuego.
-Entendé que no soy yo quien lo piensa, sino quien te lo avisa. A nadie de la empresa les va hacer gracia que alguien del equipo ande revoloteando con el golden boy de Red Bull. Y menos teniendo en cuenta que sos el nexo directo de Charles.
La mención del piloto solo hizo que la ira la consumiera aún más.
-¡Pero si todos acá andan con todos! ¡Los pilotos son amigos de los otros equipos! ¿Por qué yo no me podría ver con alguien?- arrojó los brazos en el aire.
Esto no tenía sentido.
No tenía ningún puto sentido.
Realmente estaba haciendo fuerza para no explotar en un sinfín de insultos.
-Perdón, Isabella, pero te tengo que pedir que dejes de verlo. Las cosas son así.
-Es por qué soy mujer ¿no? ¡Porque soy mujer y ustedes unos machistas de mierda!
-¡Isabella no te puedo permitir que me hables así!
Pero Isabella no iba a soportar que la retaran tal alumno de primera por segunda vez en el día.
-¿Quien te dijo?- preguntó apoyando las manos sobre la mesa- Si alguien me tiró al muere al menos quiero saberlo.
La expresión de Susana se cayó por completo. Isabella la vio dudar, desprevenida ante la pregunta.
-No...esto no tiene que ver con quién, Isabella, no import...
Y esa respuesta bastó para descifrarlo. Se dió la vuelta, ignorando los llamados de Susana y salió de la oficina con la bronca tirándole el cuello.
Esa noche le iba a doler la cervical.
-¿Isa, qué pasó?- la voz de Paulina la cruzó apenas salida del pasillo de oficinas.
Isabella la miró, todavía con el ceño fruncido y habló entre dientes. Pero más que responder a lo que preguntaba su amiga, confirmó en voz alta la respuesta que se había dado a ella misma.
-Leclerc. Fue el imbécil de Leclerc.
-
...ups? (?)
estoy un poco emocionada por los capitulos que se vienen asi que no voy a decir mas que espero que les guste este nuevo cap
y aclarar que por ahora en la historia no hay summer break (trabajen vagos ahre)
