Capítulo 16

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Gael

Despierto al sentir a alguien moverse a mi lado, al abrir mis ojos me encuentro a Victoria abrazada a mi cuerpo, frunzo el ceño al ver por la ventana el sol radiante, cuando estoy a punto de tomar mi celular para ver la hora; la puerta se abre y no tardo en escuchar una voz angelical.

― ¡Papi! ¡Mami! ― Ariana se sube a la cama y sonrío cuando se me tira encima

Lleva una linda pijama color rosa, su cabello está atado en dos trenzas que Victoria le hizo anoche. Ariana es como una mini copia de mi esposa, lo único que heredó de mí fueron los ojos color verde.

― Auch ― Se queja la rubia cuando siente el peso de nuestra hija ―. No hagas eso, pequeña

― Hay que levantarnos, Victoria ― Digo, cuando se acuesta boca abajo para seguir durmiendo

Aliba, mami ¡Aliba!

― Pequeña, se dice: arriba. Y deja a mami ― Ariana me mira ―. Mejor vayamos a comer algo, ¿sí?

― ¡Sí! ¡Sí! ― Grita emocionada

Antes de bajar a la cocina, voy al baño a lavar mi cara y cepillar mis dientes. Minutos después me encuentro bajando las escaleras, tomo la mano de Ariana para que no se le ocurra correr y gracias al cielo ella no protesta. Al llegar a la dichosa cocina, saludo a las sirvientas y les pido que se retiren para poder tener más espacio para preparar el desayuno.

Miro la hora -en el reloj que está en la pared- y noto que es bastante tarde, para ser exacto son las ocho de la mañana. Mientras empieza la mezcla pienso si mis padres estarán en casa, pero luego recuerdo que eso es imposible porque el trabajo es algo que no pueden dejar ni un momento.

Ariana ríe cuando pongo un poco de harina en su nariz, ella me medio ayuda a mezclar, pero luego le pido que tome asiento y observe como preparo lo que vamos a comer. Por unos segundos me le quedo viendo, parece que fue ayer que era solo una bebé, ahora... ya casi cumple tres años. Solo falta unos días y me siento feliz de poder estar presente una vez más.

― Estoy de pie ¿feliz? ― Victoria llega justo en el momento cuando termino los Hot cakes. Se acerca a mí, me rodea con sus brazos y deja un corto besos en mis labios ―. ¿Dormiste bien?

Frunzo el ceño ante lo que acaba de hacer, pero no digo nada porque la nena está presente y no está bien aclarar las cosas en frente de ella. No quiero que seamos el tipo de padres que discuten al frente de sus hijos, no quiero ver a mi pequeña llorar porque no entiende qué sucede, así que mejor es fingir que todo está bien.

La noche de ayer tuve una pequeña conversación no muy agradable con Victoria, no soporté las ganas de preguntarle por qué mierdas no me dijo nada sobre que venía. Su respuesta fue lo que pensé: porque era una sorpresa. Me molesté bastante, aunque sea me hubiese dado alguna pista o yo que sé.

Luego que acabó la fiesta no pude hacer algo para que no durmiese conmigo, somos esposos y que cada uno duerma en su propia habitación iba a ser... sospecho. Nuestros padres tienen la falsa imagen de que somos una pareja enamorada y debemos mantener esa imagen hasta el fin.

― Sí, muy bien ― Murmuro, con seriedad

― Deja que les sirva ― Sonríe leve

No protesto y dejo que lo haga.

El desayuno es agradable, Ariana me da bocados y yo a ella, Victoria se nos queda mirando con una sonrisa, pero en momentos su mirada me muestra que no se encuentra aquí; sino en otro mundo. Cuando vuelve a la realidad no le pregunto si se encuentra bien ya que me da igual, realmente no importa sus pensamientos ni nada de lo que suceda en su vida.

InmarcesibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora