Gael
Es viernes y un día como hoy -16 de junio- nació David Relish. Sí, hoy es el cumpleaños de mi hermano y mi madre no deja de correr de un lado a otro para su celebración. Una de la cual no debería de preocuparse porque al final él terminará por irse con sus amigos a emborracharse en alguna discoteca, pero bueno; mi madre ignora ese detalle.
Aaron no estará presente porque tiene cosas pendientes en su trabajo que atender o eso me dijo Paola cuando le pregunté de que si su hermano vendría. Una parte de mí sintió alivio porque el imbécil seguirá en Italia, en estos momentos no estoy para soportar sus estupideces de querer acercarse a Sheila.
Me encontraba en la sala junto con mis primas quienes decidieron darme una visita -luego de las clases- ya que hoy decidí no ir al despacho. Quise darme un día libre, he estado tan concentrado en el caso que llevo que no me había dado un tiempo para alejarme un rato del trabajo.
Cada uno de nosotros estaba sentado en su propio sofá, Paola fue la más dichosa porque le tocó el más grande y pudo acomodarse a su gusto. En cambio, Violeta y yo no tuvimos otra opción que quedarnos en los individuales.
― ¿Vas estar presente? ― Le pregunta Violeta a Paola
― No, ¿para qué? Sabes que vendrán sus otros primos y ni siquiera notará nuestra presencia. Además; que fastidio es tener que compartir con las minis copias de la tía Nicole
― ¿Y tú, Gael? ― Me mira
― No lo creo. Richard me dijo que lo acompañara a un lugar ahora en la noche y acepté.
― Si no van a estar presentes, entonces no sé que hacen aquí ― Mi madre aparece de sorpresa ―. Gael, es increíble que no vayas a estar en la celebración de tu hermano. Estuvo más de un mes lejos de nosotros, al menos disfruta tu tiempo libre con él ― Se cruza de brazos. Se ve bastante molesta.
Me levanto y mis primas hacen lo mismo.
― David y yo no nos llevamos bien, madre. Y sabes el por qué.
― Creo que es hora de irnos ― Murmura Violeta y Paola asiente levemente ―. Adiós, tía.
Mi madre los ignora y mantiene su mirada fija en mí.
― No puedo creer que no lo hayas perdonado aún... ― Murmura con cierto ¿dolor de madre? ―. Es tu sangre. Tu familia.
― La familia no se apuñala por la espalda ― Espeto, cansado de la situación ―. ¿Sabes qué, madre? Mejor iré a la casa del abuelo. Por lo menos él sí me comprende
Me volteo decidido a dejarla sola.
― ¿Te irás a ver a la enfermera? ― Detengo mis pasos ―. Desde que el señor volvió del hospital no hay día que no vayas, ¿es acaso te traes algo con ella, Gael?
La vuelvo a ver ― Por si no lo recuerdas el abuelo tiene cáncer y no sé cuanto tiempo durará con nosotros. Si voy a su casa no es por la chica, sino por él.
― Te lo advierto, Gael. Ten cuidado con lo que haces porque si me llego a enterar que te andas involucrando con esa mujer, te vas a arrepentir ― Mi cuerpo se tensa. No me gusta su tono de voz que hace sentir la advertencia cómo una amenaza ―. Además...
― No me lo tienes que decir y quédate tranquila que no cometeré ninguna estupidez ― La interrumpo y me marcho de ahí antes de que siga hablando.
Recibo un mensaje cuando ya me encuentro en mi auto, frunzo el ceño cuando lo leo por completo, siento cierto nerviosismo, emoción, una sensación que hace mucho no sentía. Respondo con rapidez y dejo el celular aun lado, me quedo pensativo mirando fijamente el volante.
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Inmarcesible
RomanceSinopsis Ella sabía que amarlo le traería consecuencias, pero aún así se arriesgó porque lo amaba. Él tenía claro que sentía más que una atracción y, aún sabiendo que podía llegar a lastimarla, decidió volverla suya hasta la eternidad. Después de...