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Joaquin
Sali del local, completamente frustrado. Hace dos horas que estoy buscando un puto traje, pero no encontraba ni uno solo que me gustara.
Mi estomago sonó, reclamándome comida. Saque mi celular y vi la hora, ya tocaba almorzar. Camine a las escaleras mecánicas, subiendo un piso.
Llegue al patio de comidas, dirigiendome al local de mc donal's y poniendome en la fila. Por suerte no habian tantas personas antes que yo, solo eran unas 3. Senti unos toques en mi hombro y gire mi cabeza.
— Hey, hola. - Salude a la petisa de Maria.
— ¿Que onda, rey? - me abrazo, obviamente le correspondi.
— Todo bien, ¿vos?
— Bien, por suerte. - Sonrió. - ¿Y vos que haces acá?
— Vine a comprar unas cosas, me estrese porque no encontre lo que queria y me vine a comer. - Conte. - ¿Y vos?
— Yo estaba al pedo en casa, Rusher esta ocupado, asi que tampoco le podia romper las pelotas. - Hizo puchero. - Entonces me vine a pasear por aca un esto y de paso comprar cosas.
— ¿Queres que comamos juntos? - pregunte.
— Me sacaste las palabras de la boca. - Me guiño un ojo.
Reí. La charla siguió normal, pedimos lo que queríamos y nos sentamos en la primer mesa libre que encontramos.
— ¿Como van las cosas con Ivo? - Abrio sus ojos de golpe. - Decime por favor que ya te dijo su nombre real, que no la cague y que no me va a recagar a puteadas.
Sonreí y asenti.
— Tranquila, ya se todos sus nombres.
La peli marron suspiro aliviada. Una ola de tristeza me golpeo al recordar todo lo sucedido con el rubio.
— Con Ivo no hablo desde hace 4 dias. - Murmure.
— ¿Que paso? - me miro preocupada.
— Estaba en su casa porque me había quedado a dormir. - Empece a contar. - Cuando nos despertamos yo me meti a bañar y pasaron... cosas.
— Cojieron. - Asintio segura.
Senti mis cachetes calentarse.
— S-Si. - Asenti. - Y cuando terminamos... - mordi mi labio, aguantandome el nudo en mi garganta. - Se me escapo un "te quiero".
Maria me miraba con su boca abierta, completamente sorprendida.
— ¿Vos entendes que le dije "te quiero"? Soy un pelotudo. - Negue con mi cabeza y pase mis manos por mi cara, frustrado.
— ¿El que te dijo?
— Nada, absolutamente nada. - Murmure. - Se quedo mudo, y despues cuando me estaba por ir me dijo que fue una pelotudes.
