↳ Capitulo 23

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Joaquin

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Joaquin

Senti unos suaves labios recorriendo toda mi cara, causandome una sensacion de relajacion y comodidad inmensa.
Sabia a quien pertenecian esos hermosos labios, por lo que no me separe ni nada.

Tan solo me mantuve con mis ojos cerrados y una sonrisa boba en mi boca, disfrutando el momento.

— ¿Vas a abrir los ojos o voy a tener que seguir consintiéndote como un nene chiquito? - su calido aliento golpeo de lleno mi oreja, causandome escalofrios por todo el cuerpo.

Un puchero se formo en mi labio inferior y, finalmente, abri los ojos. Trate de acostumbrarme a la luz que entraba por la ventana, para despues fijar mi mirada en el rubio a mi lado, el cual tenia sus brazos envolviendo mi cintura y una mirada cuestionante en su cara.

— Estaba relajandome. - Me queje. - Ya fue.

Hice un movimiento, haciendo que Ivo quede debajo de mi y yo sentado sobre su abdomen.
El no objeto nada contra mi accionar, tan solo me miraba expectante a que es lo que haría, mientras agarraba mi cintura con sus frías manos.

Una sonrisa coqueta se formo en mi boca y con mi mano me dedique a acariciar su hermosa cara. Toque sus cachetes, su nariz, los labios y baje hasta su cuello.
Agarre este, sin llegar a lastimarlo, y agache la mitad de mi cuerpo dejando mi cara a centímetros de la suya.

— Buenos dias. - Murmure, y seguidamente capture sus labios con los mios, dando comienzo a un beso rudo y apasionado.

Solo en los momentos que teniamos sexo nos besábamos de esta forma, ya sea por que estabamos excitados o por el calor del momento.
Aunque admito que me encanta cuando Ivo me besa asi, me deja en una nube.

Sentí las manos del rubio bajando, tocando mi culo en el camino hasta llegar a mis muslos.
No se en que momento paso, pero de un segundo a otro me encontraba siendo cargado por Ivo, quien caminaba hacia el baño.

— ¿Nos vamos a bañar? - mordi mi labio.

De su parte solo recibi una sonrisa traviesa y sus labios deborando mi cuello.
Oh, que buena que fue esa ducha.

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Mire la puerta de madera frente a mi; me encontraba en mi deparamento, donde sabía que Valentin estaria.
Ya era momento de dejar de hacerme el pelotudo y enfrentar la realidad.

En el momento en el que iba a introducir la llave en la cerradura de la puerta, esta se abrió, dejándome ver a un despeinado Valentin.
Note que no estaba bien por su cara: tenia ojeras y sus ojos no tenian ese distintivo brillo que siempre portaba.

Parecia... Vacio.

— ¿E-Estabas esperandome? - inquiri.

— Si. - Asintio. - Oh, bueno, en eso quedamos, ¿no?

Call me | KayneaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora