𝘤𝘢𝘱í𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘵𝘳𝘦𝘤𝘦

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Capítulo 13:

La Bruja Escarlata

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Tienda de antigüedades, MacLeod's Travel
Nueva York 

Genevieve movió sus manos sobre el globo terráqueo en su cuarto de meditación y reuniones, las luces se encontraban apagadas, la iluminación se daba por cientos de velas formando un semi círculo rodeando a la pelinegra, otra fuente de luz era por los calderos que formaban la misma media luna, dentro de la que hacían las velas que titilaban, la luz de los calderos burbujeantes era de color azul brillante, era lo que ayudaba a Genevieve a ver claramente. El humo azulino también caía por los bordes de estos ocultando la madera del suelo en su totalidad, el agua en el interior burbujeaba de forma violenta, pero no desbordaba el límite del caldero y sobre ellos se podían ver una especie de aurora boreal que mostraba el rostro de una persona, la líder de un aquelarre, quien observaba con seriedad a la bruja dorada.

No era la única que tenía su mirada puesta en Genevieve, los seis calderos restantes también proyectaban la misma luz, la misma aurora, pero mostraban un diferente rostro, Latinoamérica, Europa, Asia este y oeste, África, Oceanía y Antártida estaban esperando a que la bruja dorada hablara y diera la razón por la cual aquella junta había sido convocada de manera tan precipitada a escasos días del Día Oscuro.

El único momento en el cual los seres sobrenaturales podían dejar salir su bestia interior, dónde los vampiros tendrían permiso de cazar a sus presas reales, dónde los hombres lobos podrían convertirse en bestias descomunales y atacar a cualquiera que se atravesará en su camino, dónde las sirenas asesinaban a los hombres, o las brujas podrían divertirse bajo cualquier influencia, en pocas palabras, era el día más sanguinario del año, dónde no existía ninguna regla, dónde el mundo sobrenatural volvía a recordar a los humanos que ellos seguían ahí, entre las sombras.

Little Sparkle of Faith | Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora