¿Porque Goten?

El valor en tu corazón.

Trunks no perdió tiempo y busco con un gran coraje por toda la nave al señor misterioso, no tendría piedad, por fin después de aventar una puerta de metal lo encontró en un computador escribiendo cosas, no perdió tiempo y le dió un golpe en el rostro de inmediato, luego le dió una serie de patadas, pero no lo mataría, no aún.

-¿Que contenía?

El ser misterioso solo atino a reírse, era todo tan absurdo ahora, la conexión era especial, pero al parecer cuando una de las partes estaba por morir la otra incrementaba su poder.

-¡¡¡!No estoy jugando!!!!

-El no despertará-dijo casi riéndose mientras escupía sangre de su boca- tampoco podrás pedirle el deseo al dragón para que despierte, este veneno no es de esta dimensión, no te lo podrá conceder. Ahora todo depende de la fuerza de Goten, aunque si pensamos en eso es probable que muera.

Otro golpe recibió en su cara, como se atrevía, como podía juzgar el poder de Goten sin siquiera conocerlo.

-Los observé durante años, Goten es más débil, y el veneno no te mata físicamente destruye tu mente y te deja en un sueño eterno.

Trunks brinco rápidamente al sentir la presencia de otra persona.

Mirai y M.Goten entraron en ese momento el estúpido señor misterioso había abierto dos cápsulas de dónde salía un horrible olor a fermol. Dos figuras salieron en ese momento, dos mounstros de la  pesadilla de M.Goten y Mirai, las figuras de Cell y Majin Boo, Trunks ignoró el shock de los otros dos guerreros y actuó rápido destruyó la cara de Majin Boo expulsando una esfera de poder de su mano.

Antes de hacer otra cosa empujó de nuevo a la masa de majin Boo antes de regenerarse, cerró la compuerta, pero debía sellarlo, empujó lejos al ser misterioso que en ese momento estaba demasiado golpeado para oponerse. Trunks era un genio, había Sido educado a base de saber manejar los inventos de su madre y abuelo. Por lo que le resultó fácil sellarlo, sin embargo, Cell seguía ahí, chasqueo con su lengua, ahora le importa un bledo el futuro del universo, solo podía pensar en Goten.

—Bien, encarguense de esa alimaña, al menos ¿podrían hacer eso?—los miro con una expresión seria, pero en sus ojos lilas estaba un toque de arrogancia idéntica a la de su padre.

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Niebla, grisáceo, se sentía cómodo ahí, siempre le había fascinado los días nublados, en sus adentros se decía que un día perfecto era salir a pasear en el bosque, la niebla le agregaba esa curiosidad que le hacía sentir más integrado a explorar, y ahí se iba adentrando a un bosque lentamente con ganas de explorar el oscuro lugar.

—¿Quien eres? —dijo cuando vio la figura de una especie de perro gigante acercándose a él, era de color negro, sus dientes estaban filosos.

La bestia se sentó en sus patas traseras mientras lo veía con atención. Analizando, como si observará sus miedos profundos, o cualquier cosa que hubiera dentro de el.

—No eres débil—dijo al cabo de un rato, no tenía intensión de hacerle daño pero tampoco se veía confiado con la presencia de Goten.

—Al contrario—respondio Goten con un aire taciturno, mientras se sentaba en aquel suelo infértil—pero no es malo, supongo, mis debilidades, después de todo, sería mi más grande fuente de fuerza ¿No lo crees? Soy alguien muy débil, pero eso hace que luche para proteger mis debilidades, si solo fuera fuerte sin nada de débil, supongo que no podría valorar la vida de manera que me gusta hacerlo.

—No creo que debas estar aqui—dijo la bestia con un aire contrariado después de un rato de silencio— aquel tipo me sello en una especie de pócima, suelo alimentarme de miedos, de almas frágiles. Y regresar de nuevo a un frasco para estar ahí en la eternidad... Sin embargo, eres el primer individuo que no logro devorar, supongo que ambos nos quedaremos en este espacio por la eternidad, hasta que uno de los dos ceda.

—¿No hay otra opción?—Goten tibuteo y se quedó reflexionando sobre algo— mi mamá me matará si no regreso a casa para estudiar.

—No lo sé—luego la bestia termino de acostarse, tenía un aura triste, como si fuera un animal cautivo, menos animal y más bestia. Goten entendió algo en ese momento.

“este animal es un hombre—se tocó su cara con suavidad antes de agregar—y este hombre es un animal”