¿Porque Goten?

Oscuro

"para verme mejor, me refiero a resaltar en el marco, para que en la sombra las bestias coman de la mano de la bestia y el paisaje, solo sea eso, un paisaje distractor,¿Cómo te sientes hoy? ¿Natural o cautivo? ¿Más animal o más bestia? Bestia, ¿En el sentido de mounstro o en el de la carga y la resignación?"

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Mirai se encontraba petrificado, sin embargo, no tenía miedo, por alguna razón no sentía temor, sabia que era más fuerte y ese Cell no se comparaba con el que había tenido que enfrentar años atrás, el pelinegro con una expresión ambigua le daba un cierto valor para seguir ahí, los ojos negros de M.Goten se posaron en dirección a Mirai y pudo sentir como en su cuerpo avanzaba una especie de escalofrío al encontrar los ojos lilas viéndolo con un toque de ternura.

Se entendieron con una mirada, extraño, simplemente sabían que iba a hacer el otro, y comenzaron. Mirai avanzó con gran rapidez antes de que su enemigo pudiera procesar lo que sucedía, aquel Cell esquivó el ataque, pero era lo que se esperaba, M.Goten le había dado un golpe justo en su espalda y remato por darle otro con igual destreza acertando justo en su pecho. Mirai se abalanzó contra Cell, con una determinación que había sentido cuando corto en dos a freezer, y con su espada embistió de una manera rápida y eficaz, M.Goten uso sus energías para hacer un kame-kame-haaa al tiempo que Mirai se alejaba, ambos habían destruido a Cell con una facilidad, sus movimientos parecían ser parte de una danza que solo ellos dos sabían, eran muy diferentes a los ataques combinados de Trunks y Goten, ellos tenían su propio sistema, y debido a que ambos eran más calculadores sus movimientos tendían a ser más eficaces que poderosos, ambos se complementaban de una manera que jamás hubieran creído.

Ambos cayeron en el suelo, exhaustos, pero se quedaron sin moverse por un rato estaban muy cerca el uno del otro, y aunque seguían siendo técnicamente desconocidos, se sentían más íntimos que con cualquier persona que hubieran conocido en la vida. Mirai giró la cabeza y contempló aquellos duros ojos fríos y negros, aquella pálida piel con alguna que otra cicatriz.

Una lluvia de ideas cayó en su mente, el porque no había funcionado con Gohan, si, una parte de él siempre lo amaría, amaría aquel Gohan que murió por defenderlo y al Gohan que era padre de una hermosa niña, pero ya no sentía dolor en aquel amor, de pronto le pareció lógico que todo se reduciera a este momento, como si en su destino hubiera estado escrito que se enamorará a primera vista de  aquel muchacho cuando lo vio en aquel bosque, sin embargo ahora sabía porque ese chico nunca podría ser suyo, y la respuesta estaba ante sus ojos, en ese momento sentía que todo el dolor, todo el vacío, fuera necesario para llegar a este momento, para estar frente a ese chico de mirada terca y fría.

M.Goten sentía un escalofrío recorrer su cuerpo, y un rubor crecer en sus mejillas, se sentía exhausto, estaba lastimado habían resultado herido, sin embargo no era exactamente el cansancio físico que sentía, sus defensas bajaban a un punto que el sabía que debía contenerse, pues estaba acostumbrado a vivir solo, a no mostrar su vulnerabilidad, pero aquellos ojos lilas, ¡Dios mío!, que le pasaba, solo podía sentir un rubor subir en sus mejillas. Se sentó y abrazo sus rodillas, no podía soportar de alguna manera había llegado al límite, sintió como de sus ojos caían espesas lágrimas cálidas, pero no podía detenerlas, ya no, se sentía vulnerable.

Pronto sintió unos largos brazos aferrarse a el, protegiéndolo, y acariciando su cabello, sentia las calidad lágrimas mojandole la ropa, se sentía mareado, pero el olor que desprendía Mirai lo tranquilizaba, lloraba después de tanto de haberlo evitado, pero había algo reconfortante en todo eso, se sentía a salvó con el, sintió, aunque no lo admitiría en ese momento, que ya jamás volvería a estar sólo, y en su corazón germinó un sentimiento de esperanza.
-oye Mirai-dijo su voz temblorosa- se está volviendo una muy mala costumbre que me veas llorar. Ya con estas son dos veces que me has visto de una manera patética.

—Vaya— dijo Mirai en susurro— debo admitir que no es del todo malo.

Y no dijeron nada más, no había nada que decir en aquel instante, solo importaba esa cercanía que se había creado en ambos.
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Trunks llegó a dónde Goten se encontraba acostado, parecía dormido, y tan frágil, Dios mío, como lo amaba, siempre lo había amado, desde la primera vez que lo había visto había nacido algo en su corazón, debía protegerlo, pero sentía una gran impotencia al no poder hacer nada. Sin embargo, pese a toda la preocupación que carcomía su ser, sabía que Goten era una persona muy fuerte, tanto física como espiritualmente. Solo debía esperar, pero aquella espera era los minutos más largos de su vida. Jamás volvería a ser Trunks si Goten no estaba a su lado.