Me las vas a pagar, McGrath

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Narras tú

–¿Qué te pasa?– dijo Melissa al verme y rió cuando la miré de mala gana.

–Cállate– recibí un golpe en la nuca.

–No le hables así– reí mirando a Chyler.

–No estoy de ánimo...Katie me calienta sabiendo que no podemos hacer nada– se rieron.

–¿Por eso estás de mal humor? Supéralo amiga, vamos a estar como tres horas fuera del hotel– me quejé y Melissa llevó su mano a mi cabeza, acariciando la parte superior.

–Tranquila, ya vas a poder tener esos orgasmos que deseas– reí.

–Me caen muy mal– dije alejándome de ellas mientras les sonreía.

Vi a Katie hablando con Jeremy y le quité el sombrero nuevamente, nuestro amigo rió y me lo puse.

–Te queda bien– dijo mi novia.

–No mejor que a ti– Jeremy rió.

–Okay, me voy, no quiero presenciar este coqueteo– reímos y acarició mi hombro para luego dejarnos. Estábamos en la recepción del hotel esperando a que los autos llegaran.

–Te ves como si estuvieras goteando por mí, cariño– sonreí.

–Puede que lo esté– le susurré.

–Te encantaría tener mis dedos entrando y saliendo de ti ahora mismo ¿No es así?– preguntó en un tono muy sexy mientras me susurraba.

–Te encantaría tener mis dedos entrando y saliendo de ti ahora mismo ¿No es así?– preguntó en un tono muy sexy mientras me susurraba

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–Detente, por favor– sonrió.

–No me pides que me detenga cuando el dildo está entrando y saliendo de ti a la vez que mis caderas chocan contra tu cuerpo– miré sus labios y sentí la humedad haciéndose presente nuevamente en mi entrepierna.

–No me hagas esto– pasó su lengua por sus labios.

–Oh ¿Es mi lengua lo que quieres sobre tus húmedos pliegues? Porque amo recoger toda tu humedad con ella mientras tú te estremeces por mis hábiles movimientos– miré sus ojos y sus pupilas estaban levemente dilatadas.

–Katie...– la puerta principal se abrió.

–Ya pueden subir a los autos– suspiré y Katie tomó mi mano, entrelazando nuestros dedos.

Caminé junto a ella y nos subimos a un auto, quedando las dos solas en la parte de atrás, Melissa, Chyler y Jeremy delante de nosotras y David con Mehcad y Chris en la primera fila.

–Contrólate– dijo Chyler apuntándome y reí –Tú también– apuntó a mi novia –No quiero escuchar nada raro– reímos y le di un golpe en la parte posterior de su cabeza.

Miré a mi novia y tomé su mano nuevamente, pero ella me soltó y la puso sobre mi muslo, haciendo una leve presión mientras me acariciaba.

Se acomodó y su vientre se notaba mucho más, sus piernas estaban descubiertas y mordí mi labio intentando pensar en otra cosa.

Lugar de paz -KATIE MCGRATH Y TÚ-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora