Lugar de paz -KATIE MCGRATH Y TÚ-

¿Hermanitos?

Narras tú

–¿Te los digo y me dices que te parece?– asintió y se sentó en la cama –No deberíamos dormir juntas– dije sentándome a su lado –Esta es mí decisión, así que tú quédate en nuestro cuarto y yo duermo en el de invitados– asintió.

–Está bien...– dijo ahogando su llanto.

–Tampoco tendremos sexo...si nos seguimos acostando voy a ceder muy fácilmente e ignoraré el conflicto interno que tengo– asintió de nuevo –Los besos...los besos tampoco están permitidos– suspiró.

–Entonces...es como si no fuéramos pareja, solo compartiremos los momentos con nuestros hijos y en el trabajo– asentí.

–Yo iré en mi auto antiguo a trabajar, tú ocupa el nuevo– miré mis manos –No podemos estar con nadie más, seguimos casadas y somos una pareja, si coqueteamos o hacemos algo con alguien externo sigue siendo un engaño– asintió.

–Tampoco tengo interés en estar con alguien que no seas tú– la miré y su mandíbula estaba muy tensa.

–¿Dos meses estarían bien?– me miró.

–Lo que tú consideres...– asentí.

–Entonces...esos serán los límites por los siguientes dos meses– su rostro estaba temblando levemente –Debemos hablarlo con Lyra...¿Quieres hacerlo en la mañana? Para que pienses las cosas hoy– asintió –Te amo...– le di un corto beso –Pero necesito esto– comenzó a llorar y asintió.

–Lo sé– dijo entre el llanto –Mañana...mañana hablemos de esto de nuevo...necesito pensarlo también– asentí besando su frente y me levanté, tomé mi pijama y fui a la habitación de invitados.

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–Para los niños va a ser difícil– asentí sentándome en nuestra cama –Deberíamos seguir comiendo juntas, pero manteniendo el mínimo contacto– asentí nuevamente.

–Las noches de películas también deberían seguir, pero al igual que el almuerzo– agregué –Podríamos repartirnos el hacerlos dormir, un día yo para la siesta y tú en la noche...y viceversa los demás días– la miré y tomé su mano –Se me ocurrió una idea...cada dos semanas tengamos una cita– me miró –Una cita simple, pero solas...en la que hablemos, digamos cómo nos hemos sentido y vayamos evaluando si está resultando o si será necesario ir a una terapia de pareja– asintió –En la primera podríamos decir lo que nos molesta de la otra para que así seamos conscientes de los errores que cometemos– besé su mano –¿Vamos a hablar con Lyra?– asintió y nos levantamos para ir a su habitación, golpeé y abrió unos segundos después.

–¿Estás hablando con Tae?– preguntó Katie y ella asintió –¿Puedes decirle que te espere un poco? Tenemos que hablar de algo– asintió algo preocupada y luego entramos a su habitación, se despidió de Tae y fue con nosotras a la cama.

–Tu mami Katie y yo vamos a tomarnos un tiempo– nos miró sin decir nada –No vamos a estar con nadie más, pero tampoco haremos lo que hacen las parejas...solo vamos a ser sus madres, pero cuando no estén ustedes no compartiremos tiempo juntas– sus ojos se humedecieron –Nos seguimos amando mucho, pero si queremos que funcione tenemos darnos un tiempo para nosotras– se limpió las lágrimas que escaparon.

–Yo...no quiero que...no quiero pasar por una separación de nuevo– la abracé.

–No nos vamos a separar, pequeña– besé su cabeza –Vamos a hacer todo lo posible para que esto funciona...tienes que saber que pase lo que pase, siempre vamos a ser tus mamis–.

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Ya habían pasado las primeras dos semanas, al principio fue difícil, sobre todo al tener que evitarla. A veces sentía su mirada sobre mí y cuando hacíamos contacto visual sentía ganas de correr hacia ella y decirle que la extrañaba, pero debía mantenerme fuerte para poder solucionar las cosas.