Lugar de paz -KATIE MCGRATH Y TÚ-

Eres mi perdición...

Narras tú

Ya habían pasado varias semanas desde que el rodaje de la película comenzó.

Me desperté por un rayo de luz que llegaba directamente a mis ojos y sonreí al sentir a Katie a mi lado, aún dormida. Con cuidado quité su brazo de mi vientre y me levanté, fui hasta la cocina y puse agua a calentar. Vi la hora y me sorprendí, pocas veces había despertado sola antes de las 7.

Oisin estaba durmiendo en el sofá, su casa estaba fuera pero debido a la lluvia lo dejamos dentro. Tomé su plato de comida y agua para llenarlos, le acaricié la cabeza y luego fui a lavar mis manos.

Hice una ensalada de frutas y también unos sándwiches, estaba acomodando la comida en una bandeja y Katie me asustó al abrazarme por la espalda de repente.

–¡Ah!– la miré y comenzó a reírse –¡Casi me matas del susto!– dije exagerando y sonrió besando mi mejilla.

–Tú me asustas muy seguido– apoyé mi cabeza en su hombro –¿Qué haces despierta tan temprano?– reí.

–No lo sé, se siente raro– dije riendo aún –¿Quieres desayunar aquí o en la cama?– sentí sus caricias en mi cintura.

–Aquí comamos la comida...– acercó su boca a mi oído –Y en la cama te como a ti–.

———

–Tendremos que llegar a limpiar el patio– dijo subiéndose de copiloto y me quejé.

–Lo hemos limpiado como cinco veces ya, mi amor– suspiré y la miré –Seguirá lloviendo y seguirá ensuciándose– sonrió.

–Dije que vamos a llegar a limpiar el patio– sonreí, mordí mi labio ante su tono y encendí el auto.

Llegamos al set unos minutos más tarde, ella fue a ponerse la peluca y yo el vestuario. Entré a mi camerino y me quité la parte superior, iba a sacar mi brazier y la puerta se abrió.

–Vaya, te ves mejor que hace unos años– suspiré pesadamente.

–Scarlett, madura– me giré para quitarme la prenda superior y tomar el que venía en el vestuario, la escuché caminando hacia mí y me giré, haciendo que quedáramos frente a frente.

–Te vez tan caliente– apoyó sus manos en mi desnudo vientre –¿No me extrañas?– negué dando un paso hacia atrás.

–Ni un poco– sonrió.

–No te creo– me puse la camisa y comencé a abotonarla.

–No me interesa lo que creas, soy feliz con Katie y por nada del mundo la cambiaría por ti– miró mis labios.

–Ella no tiene que enterarse– giré mis ojos –Solo será recordar el increíble sexo que teníamos– reí.

–¿Increíble? El sexo que tengo ahora sí que es maravilloso– llevé las manos a mi pantalón para desabrocharlo –¿Puedes irte? No me interesa hablar contigo– abrió su boca para decir algo.

–¿Acaso no la escuchaste?– levanté mi vista y Katie estaba apoyada en la pared, Scarlett se giró para mirarla –Ella no va a darte ni una sola oportunidad porque mis manos, mi lengua y cada parte de mi cuerpo la tienen encantada– sonreí –Sobre todo mis manos, tiene una pequeña obsesión– Scarlett la miró sin decir nada –Pero si quieres seguir humillándote, no tengo problema, es divertido presenciar como te rechaza– dijo con una sonrisa y la mujer salió enojada del lugar.

–¿Es normal que el que actuaras así me calentara? Creo que mojé mi ropa interior– se rió caminando hacia mí.

–Quería dejar claro que me perteneces– sonreí –Y lo que le dijiste...Gracias por no decepcionarme– me besó –Gracias por no caer en su tentación– la abracé por la cintura.