Capítulo 21.
Las fiestas pasaron y el retorno a sus vidas normales fue inevitable, sin embargo, todos regresaron con una alegría inmensurable en sus corazones y con la ilusión viva, de que para la próxima reunión familiar, dos integrantes nuevos estarían presentes.
Sin embargo, antes de llegar a ese punto, los embarazos debían desarrollarse y con ello, todos los cambios significativos que se producían. Cambios, que por mucho que se lea sobre ellos o que cuenten cómo son, tanto Isabel como Nancy, descubrirían que en la realidad, se sentían muy diferentes.
Mes y medio después, Isa y Romina estaban en su rutina mañanera arreglándose para ir a sus respectivos trabajos. Esa mañana, a Romina le tocaba arreglar las cosas del almuerzo cuando escuchó un lamento enérgico de Isabel y fue apresurada hasta el cuarto, que era donde se encontraba en ese momento.
- ¿Qué pasó beba? ¿Todo bien? _ Preguntó atenta a cualquier malestar que Isabel pudiera sentir.
Romina que ya era sobre protectora por naturaleza, con el embarazo de Isa, sus instintos se habían exacerbado. Sin embargo, al notar que Isabel estaba haciendo todo lo posible, por llevar lo mejor posible los síntomas iniciales del embarazo, ella se había mantenido a raya durante ese primer mes y medio.
Isabel estaba sentada en la orilla de la cama con la vista clavada en sus dedos entrelazados. Sintió cuando Romina se sentó a su lado, pero no dijo nada de inmediato.
- ¿Beba...? _ Repitió Romina.
Isabel soltó la respiración de manera sonora antes de levantarse de la cama y voltearse para que Romina pudiera ver la raja que se le había hecho al pantalón del uniforme de la clínica.
Romina lo vió y abrió la boca sorprendida, pero la cerró de inmediato, pues sospechaba que aquel accidente, tenía una gran relevancia para Isabel, así que trató de no reaccionar.
Isabel se volteó para verla y volver a sentarse en la orilla de la cama con expresión entre preocupada y al punto del llanto.
- Sé que es algo tonto... Pero ya empezaron los cambios físicos _ Dijo con terror en sus ojos.
- Es lo esperado mi amor _ Dijo en tono conciliador.
- Sí lo sé... Y he lidiado con las náuseas, con la sensibilidad olfativa y eso, pero esto... _ Se refería a la ropa - Es sinónimo de ponerme como mamá vaca con senos inmensos, con kilos de más que después para bajarlos cuesta un mundo, estrías en la barriga, pies hinchados, estreñimiento, mis pezones... Se pondrán feos y duros...
A medida que iba mencionando cosas, sus ojos se fueron humedeciendo por la impotencia de no poder frenar nada de eso.
- Y lo peor es... Pensar que todo eso me afecte cuando la causa es algo tan maravilloso como nuestro bebé _ Dijo finalmente al tiempo que un par de lágrimas se deslizaban por sus mejillas - Es absurdo lo sé y me siento culpable, pero no puedo dejar de sentirme aterrada por todo eso cariño. Perdóname _ Unió sus manos en forma de ruego, a lo que Romina reaccionó de inmediato abrazándola fuerte para dejar que Isabel soltara todo lo que la mortificaba.
- Tranquila vida _ Le habló suave al oído - No hay nada que perdonar.
- Claro que sí. Es horrible lo que estoy sintiendo _ Dijo aumentando el nivel de su llanto.
- Ssshhh ya mi vida, tranquila.
La dejó sollozar unos cuantos minutos antes de que Romina la sintiera calmarse y retomara la conversación. Se separó lo suficiente como para limpiar sus mejillas con sus pulgares y dar un beso suave en sus labios.
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The One
RomanceLa vida es un constante caer y levantarse. Reír y llorar. Ganar y perder. Cada experiencia te enseña y te hace tomar decisiones. ¿Pero qué pasa cuando esas experiencias te hacen renunciar a ser feliz? ¿Qué pasa cuando te conformas con vivir y de p...