22. Rompiendo fuentes

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Capítulo 22.

El fogoso reencuentro, abrió la puerta para unos días más activos. Si bien Romina mantenía su cuidado al momento de penetrarla, ya era un hecho que no se negaba a las necesidades de las dos. Isabel no cabía dentro de sí de la felicidad y toda esa tensión que se había acumulado los últimos dos meses, desaparecieron por completo, haciendo del ambiente en la casa más ligero, relajado y jocoso.

Faltaban sólo tres días para la cesárea y la emoción e ilusión de todos, era maravillosa. Marlene y Óscar llegarían dos días antes, Nancy y Héctor, ya tenían 8 días en casa de Mery. A última hora, decidieron que preferían tener a su bebé estando cerca de sus padres, así que viajaron a Caracas para instalarse con tiempo, antes del parto. Nancy se había decidido por parto natural, así que era sólo cuestión de esperar a que la niña, decidiera salir al mundo exterior.

Entonces allí estaban, en la dulce espera y con el corazón rebosante de felicidad.

Romina terminaba de colocar las cortinas nuevas que había comprado para el cuarto de Brianna, mientras que Isabel, la acompañaba sentada en el sillón al lado de la cuna.

- ¿Qué te parece? _ Preguntó Romina con emoción. Al principio, habían comprado todo para el cuarto en colores neutros, pero desde que sabían era una niña, Romina había estado comprando cosas con motivos de niña y la última adquisición, había sido la cortina, la cuál, más que ser única por los motivos de la tela, lo especial era, que le había mandado a imprimir el nombre de Brianna en ella.

Isabel miró con fascinación la cortina y a Romina, por tan bello detalle. Cada día que pasaba, le ratificaba más y más, que no había nadie más en el mundo, con quién quisiera vivir esa experiencia e iniciar esta nueva etapa.

Romina era tan entregada y comprometida con Brianna, como lo había sido con ella y eso, la llenaba de maneras inimaginables.

- Es hermosa mi amor _ Le dijo con voz derretida y enamorada.

- ¿En serio te gusta? _ Se arrodilló al lado de Isabel para poder contemplar desde allí, su adquisición.

- ¡Me encanta! _ Le dijo con una gran sonrisa en sus labios. Ambas se miraron con emoción y Romina se acercó a ella para abrazarla fuerte - Gracias _ Agregó cuando se separaron.

- ¿Gracias por qué beba? _ Preguntó extrañada.

- Por ser la mejor _ Romina le sonrió ligeramente al tiempo que acariciaba su mejilla.

- Lo soy, porque tú me haces serlo mi amor, sólo por eso _ Se acercó nuevamente a Isabel, pero para darle besos suaves en sus labios.

En medio de ellos, Isabel se separó de un salto al sentir algo extraño entre sus piernas.

- ¿Pero qué es esto? _ Fue la primera reacción de Isabel, pero al verse la entrepierna totalmente mojada, levantó la vista rápido hacia Romina, al entender lo que era - Rompí fuentes _ Dijo con susto.

Romina se quedó sin reaccionar por un par de segundos, mientras asimilaba lo que sucedía. En cuanto lo hizo, abrió los ojos como plato y una risa nerviosa salió de sus labios contagiando de inmediato a Isabel.

- ¿Es hora? _ Dijo con un hilo de voz.

- Es hora cariño _ Asintió Isabel con el corazón desbocado, pues no era lo que estaba planificado, pero aún así, entre risas y ojos húmedos, Romina la abrazó, la besó y se paró de un salto para buscar el bolso que ya tenían listo.

A mitad del trayecto al cuarto de ellas, se frenó y regresó al cuarto de Brianna para ayudar a una Isabel, que la esperaba divertida aún sentada en el sillón.

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