23. La elegida para mi destino

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Capítulo 23.

Romina se quedó en silencio luego de escuchar a la doctora Rosy. La historia era verdaderamente triste, por lo que le fue imposible no sentirse mal por la chica y el ahora, bebé huérfano. Sin embargo, lo propuesto por Rosy, era algo que no podía tomar a la ligera y que no dependía de ella nada más, de allí su silencio. Su mente estaba a mil sopesando la situación.

- Sé que es algo loco Romina, pero tengo muy poco tiempo antes de que deba hacer el papeleo reglamentario y notificar a servicios sociales la situación del niño... estoy justo en ese corto período donde puedo ayudar a darle un hogar... o entregarlo a servicios sociales y dejarlo a su suerte.

Romina escuchó aquello y exhaló fuertemente. Entendía a la doctora Rosy, pero no podía responder sin hablar con Isabel.

- Doc... entiendo todo lo que dice, pero no puedo tomar esa decisión yo sola.

- Y tampoco quiero que lo hagas Romina, sólo quería saber tu opinión antes de tan siquiera mencionárselo a Isabel. Sé bien que no ha olvidado su idea de adoptar y quizás, no lo piense si se lo planteo pero, como bien lo dices, es algo de dos y me interesa saber tu posición ante esta posibilidad.

Romina movió la boca un par de veces como si fuese a hablar, pero sin que alguna palabra saliera de su boca. Trataba de asimilar todo aquello.

Era una idea aterradora. Apenas se sentía preparada para ser mamá de Brianna, así que ni siquiera se imaginaba ser mamá de dos bebés al mismo tiempo. Pero por otro lado, sabía que las posibilidades de poder adoptar siendo homosexuales, eran nulas, así que era el momento perfecto para evitar ese obstáculo. Román e Isabel reconocerían a Brianna, para darle el apellido de Romina a la niña, así que si hacían esto ahora, podría hacerse el papeleo doble de una vez.

Pero por otro lado, sería un trabajo arduo para Isabel al tener que alimentar y atender a los dos al mismo tiempo. Romina ayudaría en todo lo posible, pero estaba clara que el mayor peso lo llevaría Isabel, así que no estaba segura de poder apoyarla en lo necesario.

- Si Isabel dice que sí... ¿Tú estarías de acuerdo? _ Presionó Rosy, pues tal y como le había dicho, no tenía mucho tiempo - No pasa nada si dices que no Romina, sería perfectamente entendible.

- Es que no sé doc... tengo sentimientos encontrados con esta posibilidad _ Admitió.

- Lo sé _ Asintió, sabiendo muy bien lo que le estaba pidiendo intrínsecamente.

Estaba empezando su familia después de una larga lucha para conseguir el embarazo, y ahora que su bebé acababa de nacer, le pedía que aceptara a un recién nacido, que no había estado en los planes.

- Escucha, en un par de horas pasaré por la habitación de ustedes y si decides que quieres planteárselo a Isabel, asientes una vez y se lo digo, sino, será como si nunca hubiese existido esta conversación ¿De acuerdo? Si me atreví a decírtelo es porque estoy contratiempo Romina, pero mi interés principal es el bienestar del bebé, así que te repito, si no te sientes preparada o con la disposición para algo así, no hay problema. Sólo piénsalo y luego me dices.

- Está bien doc, lo pensaré.

- Nos vemos en un par de horas _ Le sonrió ligeramente.

Romina se quedó unos minutos más sentada en el cafetín, pensando en la posibilidad que tenía en puerta. Era algo importante y que al igual que la llegada de Brianna, cambiaría sus vidas si aceptaba. La pregunta era ¿Estaba preparada para algo así?

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- Mi amoooorrrr ya me estaba preguntando dónde te habías metido _ Le dijo Isabel en cuanto la vió llegar a la habitación. Era entre broma y en serio, pues sintió que se había tardado más de lo pensado.

The OneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora