7. La llamada

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Capítulo 7

- Hola mi vida _ Respondió Isabel al recibir la llamada de Romina.

- Hola cariño, acabo de llegar a la casa _ Le dijo, pues desde que se había ido de casa de la tía Mery, no le había podido escribir.

- Me lo supuse. Me picaban las manos por llamarte, pero no quise importunar.

- No lo harías Isa, pero de todos modos, gracias por esperar.

- ¿Qué tal te fue?

- Bien beba, la llevé a hacer mercado y luego estuvimos en casa hablando hasta que llegó papá, cenamos y me vine _ Le contó mientras se acostaba en su cama.

- Qué rico. Yo dormí un par de horas, estaba molida, pero no entiendo el porqué _ Fingió no saber y luego sonrió.

- Yo tampoco entiendo _ Le siguió la corriente.

- Vida recibí una llamada de unas de las clínicas a la que envié mi currículo, tengo una entrevista mañana.

- ¡Qué bueno! Eso es magnífico beba _ Se alegró.

- Síííííí estoy emocionada.

- Estoy segura que te aceptarán

- Eso espero _ Dijo ilusionada.

- Eso quiere decir que ¿te quedarás? _ Preguntó, pues era un tema que no habían tocado desde lo sucedido.

- Me gustaría. La opción de irme era más por alejarme de ti, que porque quisiera _ Confesó - Pero ahora... no creo soportar estar lejos de ti.

- Yo tampoco. Cuando dijiste que te irías me sentí horrible.

- Y aún así, estuviste de acuerdo _ Le dijo con un poco de reproche.

- Pero porque creí que era lo mejor para las dos. Pensé que alejándote, te olvidarías de mí y te evitaría la decepción de mi condición.

Isabel captó el dolor intrínseco en esas palabras y supo que a pesar de haberle demostrado con hechos y palabras, que no era una decepción para ella, era una herida que le llevaría trabajo curar, pero estaba dispuesta a ello con toda su alma.

- Pero no lo eres vida. No eres una decepción para mí y no importa como haya sido, te doy gracias por dejarme entrar. Siempre supe que eras tú a quien quería para mí y hoy, lo ratifico sin la menor duda... Eres la mujer de mi vida Romina y no descansaré hasta que lo creas y sepas, que nada, absolutamente nada de ti, me decepciona. Nada.

Romina sintió picor en los ojos al escuchar esas palabras, había soñado tanto con oírlas alguna vez, que ahora que estaba pasando, no sólo no lograba creerlo, sino que además, derretía todo su ser.

- Aún no me conoces bien beba, aún no sabes si termino siendo insoportable _ Intentó bromear para disimular las ganas de llorar que sentía.

- Ni tú a mí. Y mira que soy muuuuyyy celosa _ Dijo haciendo hincapié en lo último.

- ¿Mucho? _ Preguntó en tono jocoso.

- ¿La verdad? Lo normal pero, reconozco que con nadie sentí lo que siento contigo, así que no sé. Creo que es una faceta que no conozco del todo.

- Ya lo descubriremos entonces _ Sonrió.

- Sí... siempre y cuando seas sólo mía, creo que no tendremos problemas.

- Jajajajajajaja ¿y eso es ser celosa "normal"?

- Claro _ Respondió como si no fuese nada - Celópata es que te dijera que si llegas a usar lo que tienes entre las piernas con alguien más, te lo corto.

The OneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora