The One

6. Mantenerlo en "secreto"

Capítulo 6

Camino a casa de la tía, Romina e Isabel iban tomadas de la mano e intercambiando sonrisas y miradas pícaras mientras escuchaban música de la radio. No les hacía falta hablar para transmitir la felicidad que sentían, era palpable en el ambiente y eso era más que suficiente. Sin embargo, a pocas cuadras del destino, una duda le surgió a Romina.

- Beba... aaammm... no sé si sea prudente hacer público esto _ Dijo con duda.

- ¿Público?

- Sí... decirle a la familia _ Explicó.

- Bueno, yo no he sido muy discreta respecto a que me gustas.

- Sí lo sé, pero es muy diferente eso a que sepan que hay algo entre nosotras.

- ¿Por qué?

- Primero porque todo ha sido muy rápido y segundo... _ No continuó.

- ¿Qué? _ La instó a seguir.

- No sabemos si funcionará _ Dijo en tono bajo.

- ¿Crees que no funcionará? _ Quiso saber.

- Rezo porque sí funcione _ Confesó.

- ¿Pero tienes dudas? _ Aunque lo dijo en forma de pregunta, era más una afirmación.

- No es eso beba es sólo que... _ Los fantasmas de sus relaciones fallidas la estaban rondando.

Isabel esperó que Romina se estacionara frente a la casa de su tía, antes de hablar.

- Romina mírame _ Le pidió - Sé que has tenido malas experiencias y yo también. Sé que cada una de ellas te ha marcado profundamente y que no puedes dejarlas atrás así por así, pero te aseguro, que no soy como ellas.

- Lo sé beba

- Déjame terminar _ Le pidió - No te pido que creas en mí ciegamente. No te pido que olvides todo tu pasado solo porque soy yo. Sólo quiero que me des la oportunidad de demostrarte que puedo y quiero ser la mujer que te haga feliz Romina. Sé que puedo hacerlo, pero necesito que me des la oportunidad de demostrártelo. De hacerte saber cada día que me gustas a rabiar así como eres y que muy al contrario de lo que piensas, no me cansaré o aburriré de ti.

- Eso no puedes saberlo _ Le dijo con cierta tristeza en la voz.

- Tal vez no _ Admitió - Pero lo que sí sé es la manera que me sentí contigo anoche, esta mañana... ahora _ Hizo una pequeña pausa - No me he sentido así con ninguna de mis parejas anteriores Romina. Nunca. No lo entiendo del todo, pero quiero creer que nuestra historia nació desde el mismo momento en que nací y tú estuviste allí. Loco. Ilógico. Increíble, pero real. Dime cursi o que creo en cuentos de hadas, pero... así lo creo y quiero quedarme con esta ilusión porque eres tú. Porque siempre has sido tú.

Romina bajó la mirada hacia sus manos unidas sintiendo como cada palabra le aceleraba el corazón. Su cabeza era un caos, no sabía exactamente qué pensar o qué sentir, sólo sabía que esa mujer que tenía enfrente, le había movido todo su piso.

Isabel la imitó al mirar sus manos también. No le importaba que el mundo entero se enterara de todo, pero entendía que para Romina, las cosas eran distintas, así que debía respetar sus tiempos.

- Si quieres mantenerlo oculto mientras vemos de qué va, está bien _ Aceptó - Sólo te pido que no te cierres a esto _ Agregó.

Romina acarició el dorso de la mano de Isabel, antes de mirarla y acercarse para besarla suavemente. Sólo roce de labios, pero aún así, intenso. Al separarse, la miró a los ojos y asintió.