Capítulo 7

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Lisa acariciaba las muñecas de su novia

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Lisa acariciaba las muñecas de su novia.

- ¿Todo bien? – susurró la pelinegra, acariciando ahora su hombro con el pulgar, provocando escalofríos en el cuerpo de Jennie.

- Ajá. – ronroneó la morena, dándole un corto beso en los labios. – Me sorprendes, cada día más.

- Intento... no aburrirte. – sonrió Lisa. – Además, me vinieron las ganas de dominar. – rio. - ¿te ha gustado?

- Obvio. Nunca pensé que los azotes fueran tan excitantes.

- Conmigo sí. – la cogió del mentón y la besó, encontrando su lengua con la de ella.

- Mmm... pues eres una buena domadora. – sonrió.

- Pues tu una mala sumisa. – rio la pelinegra. Ella pareció ofendida, en broma. – Te portas mal.

- Solo al principio. Y por qué tus castigos... me ponen. – acarició sus pechos desnudos. sonrió tímida al recordar lo sucedido.

- mmh... te amo. – terminó por decir Lisa.

- Y yo a ti. – ella sonrió, mordiéndose la lengua, suavemente, en un tono coqueta.

- Oye, antes te has mordido. – dijo ahora Lisa, preocupada

- Era para no chillar, despertaría a Madi.

- Cierto... - Lisa suspiró.

- Cuando te concentras en el sexo, te olvidas hasta de tu hija, debemos tener cuidado.

- Bueno... es que el sexo contigo... es algo... - Lisa intentó buscar una palabra adecuada, pero no la encontró.

Jennie rio ante su expresión.

- Oye, ¿habías hecho esto antes?

- Prefiero no hablar de mi pasado sexual.

- Eso es que sí.

- Yo no lo dije.

- Pero es que Lili, te conozco como si te hubiera parido.

Ella rio.

- Dejémoslo allí Nini. – ella le dedicó una sonrisa de aprobación.

- Mañana quiero desayunar contigo.

- ¿Y la clínica?

Jennie se encogió de hombros.

- Soy mi propia jefa. Llevamos a Madison a la guardería y nos vamos al Starbucks de al lado. Me apetece mucho estar contigo.

Lisa sonrió.

- En serio, te amo. – la agente la mordió suavemente, en la mejilla. - ¿Nos casamos?

La morena se colocó encima de su novia.

- ¡Sí! – dijo animada. – Casémonos, amor, huyamos a Egipto y planeemos una boda secreta. – Rio, malvada. – de esas que hacen los famosos.

Lisa rio, disfrutando de las locuras que decían, entre ellas. Parecía mentira que Jennie tuviera ya los veintisiete y ella estuviera rozando los veintinueve. Por qué se decía que la pasión y el deseo entre una pareja, termina a los dos años de estar juntos. Y ellas, llevaban más de cuatro, y seguían estando de maravilla. Más que eso, mucho más, tanto como para casarse y escaparse a Egipto. El amor era locura según otros. Para Lisa y Jennie el amor lo era y es todo.

********

Jennie rio, moviendo la cabeza de un lado a otro. La coleta y los aros que adornaban sus orejas siguieron sus movimientos. Lisa la miró, sonriendo bobamente, llevándose un trozo de muffin de chocolate a la boca.

- ¿Qué te pasa? – dijo la pelinegra.

- Es que me parece mentira. Haber tenido una cena tan formal con tus padres y tus hermanos, luego, por la noche... - dijo ella, mirándola pícara. – quien te viera y quien te ve Lili, cualquiera diría que ayer me azotaste el culo como una niña mala...

- Es lo que eres. – dijo la mencionada, pellizcándole la nariz, porque sabía que eso la hacía rabiar.

- ¡Eh! – se quejó ella, apartándose y tomando un sorbo de su frappuccino. –

-Oye, ahora que lo pienso, tú has venido a verme muchas veces a la clínica, pero yo nunca he visitado tu agencia... - sonrió, burlesca. – de agentes secretos. – se rio.

- No te rías, solo es una agencia más de agentes.

- Como si fuera lo más normal del mundo ¿sabes? – dio ahora, un trago largo y se lo terminó. Miró graciosa el nombre que había escogido. En el vaso de su café ponía 'Lisa' y en el de su novia, salía Jennie. – hoy, ahora, te acompaño.

- ¿Eh? ¡No! – se quejó Lisa.

- ¿Por qué? ¿A caso tienes algo que esconder?

- No... pero...

- Entonces, quiero acompañarte a al trabajo, que se den cuenta de que la futura mujer de Manoban, le presta atención.

- Si ya lo sé, cariño. Pero es que... hay muchos hombres... grandes y puf... - hizo un bufido. – demasiada testosterona para que una gatita como tú se pasee por allí.

- Me da igual a mí eso, además voy contigo.

- Pero eso a ellos les da igual. Y por eso... paso de arrancarle los ojos a algún compañero. No sabes lo descarados que son.

- ¿A caso tú te comes a alguna de sus mujeres cuando los van a visitar?

- No, porque nunca ninguna de sus mujeres o parejas se han paseado por allí. Ellas no saben que sus novios o... maridos trabajan de agentes, como yo. Tú lo sabes, porque tú fuiste mi misión.

Cortito lo se pero tenía que actualizar 🙈

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Cortito lo se pero tenía que actualizar 🙈.

Solo pasaba a decirles que tengan una buena semana, se me cuidan y tomen agua 😁.

Gracias por leer guys 💜

𝑷𝑹𝑶𝑻𝑬𝑪𝑻𝑰𝑵𝑮 𝑼𝑺       JENLISA GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora