Capítulo 13

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- Venga, ¿Tan grave es?

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- Venga, ¿Tan grave es?

Jennie inclinó la cabeza.

- Contéstame tú. - exhaló preocupada. Sentía el suave roce tranquilizador de la mano de Lisa sobre la suya. - ¿Dejarías... que tu ex novia se quedara por unos días en casa?

- ¿A cuál de mis ex novias te refieres? - dijo Lisa alzando una ceja, graciosa. - Porque a la mayoría contestaría que no.

- A Sunmi. - dijo Jennie mirando la expresión de la cara de su novia.

- Has elegido a la peor de todas. - la castaña negó con la cabeza - No, definitivamente no la quiero en mi jodida casa.

- Lisa...

- No, Jennie. ¿Querías consultármelo? La respuesta es... no. Tú no sabes cómo es ella, es el diablo en persona.

- Ha cambiado. - dijo Jennie. Lisa apartó su mano, dejando de acariciarla para cruzarse de brazos, imponente. - Esta mañana estuve hablando con ella. - Le explicó - es una buena chica, ha cambiado. Tiene sus problemas y me lo pidió. Dice que soy la única persona en la que puede confiar.

- Es una gran mentirosa.

- Se largo a llorar frente a mi.

Lisa pasó la mano por su largo cabello, para luego acomodarse el flequillo de manera sexy.

- Solo te pido que la dejes quedar unos pocos días. No sé porque te pones tan negativa, entre tú y ella no pasa nada, ya todo acabo ¿no es así?

- ¿Te recuerdo la escena de hace unos meses en tu clínica? Porque fue ella la que se me lanzó.

- Porque no sabía que tú y yo estábamos juntas. Ahora si lo sabe.

- Es una maldita perra.

- Lisa, ella ya no está por ti, o eso parece. Y definitivamente, tú no sientes nada por ella. - la miró fijamente. - ¿O sí?

- Claro que no. - dijo ella decidida. - Solo tengo ojos para una persona, y esa...

- Es la puta de la revista Playboy. - Jennie se había acostumbrado a llamarla así. Rió.

- No. - dijo la castaña enfadada. - ¿Me lo vas a recordar toda la vida?

- Puede. - Jennie negó. - sabes que no, mi Lili... pero me hace gracia.

- Sí, pero en su debido momento cogiste el cabreo del siglo. - suspiró. - ¿Dónde estabas?... La gatita de mis ojos eres tú. - dijo sonriéndole. - todo lo demás quedó atrás. Solo son recuerdos inútiles.

- Eso espero. - suspiró.

- ¿Confías en mí?

- Más que en nadie. - bajo la mirada. - por eso deberíamos dejar a Sunmi estar unos días en casa. Tengo la fe necesaria como para saber que no pasará nada.

𝑷𝑹𝑶𝑻𝑬𝑪𝑻𝑰𝑵𝑮 𝑼𝑺       JENLISA GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora